Sri Nandanandana Dasa

Sita Thakurani, que siempre estaba abrumada por vastalya-prema, trataba con mucho afecto a Sri Caitanya Mahaprabhu, como si fuera su propio hijo. El Señor también la trataba con la misma consideración y el afecto que sentía por Su propia madre.

Se debe adorar a Sri Sita Thakurani tanto como a Sacidevi, como la madre del universo. Ella es la esposa eterna de Sri Advaita Acarya. Fue la hija de Sri Nrishinga Badhuri, y se casó con Sri Advaita Acarya en Phuliya Nagara. Después de su boda, Advaita Acarya se fue a Nadiya y se instaló en Shantipura. Sita Thakurani siempre estaba absorta en vatsalya prema por Sri Gaurasundara Prabhu, y debido a su preocupación maternal, solía aconsejar a Jagannatha Misra cómo cuidar del niño. Sri Krishna Dasa Kaviraja Goswami describió la ceremonia del nacimiento del Señor en la casa de Jagannatha Misra, y prestó una atención especial a la posición de Sri Sita Thakurani. Obedeciendo las órdenes del Acarya, Sita Thakurani fue a conocer al niño recién nacido, la mejor joya entre todas las joyas, y le llevó regalos.

En la víspera del advenimiento de su hijo, Sri Jagannatha Misra, al ver los signos de la inminente llegada de su hijo, envió un mensaje a Advaita Acarya en Shantipura, avisándole de que su esperado hijo iba a nacer. Al escuchar las noticias del advenimiento de este niño inaudito, Advaita Acarya comenzó a nadar en olas de éxtasis. En compañía de Sri Haridasa Thakura, fue a bañarse al río, y después de bailar mucho y cantar, envió rápidamente a su esposa a Mayapura, en Navadwipa.

Según el Gaura-Ganodesh Dipika, Sri Sita Thakurani es Yogamaya. El Gaura-Parshada-Charitvali dice que en el krishna-lila, ella era Purnamasi, la madre de Sandipani Muni y la abuela de Madhumangal y Nandimukhi, y la discípula de Narada Muni (aunque el Gaura-Ganodesh Dipika afirma que Purnamasi del krishna-lila apareció como Sri Govinda Acarya en el caitanya-lila). En Dvapara-yuga, durante la celebración del nacimiento de Krishna, ella estaba presente en la casa de Nanda, y en aquella ocasión dio muchas instrucciones a Nanda y Yasoda acerca de cómo cuidar al niño. El Caitanya-caritamrita cuenta lo siguiente sobre la visita de Sita Thakurani a la casa de Jagannatha Misra después del nacimiento del Señor:

“Un día, poco después de nacer Sri Caitanya Mahaprabhu, la esposa de Advaita Acarya, Sitadevi, digna de la adoración de todo el mundo, con el permiso de su marido, fue a ver a aquel niño supremo con toda clase de regalos y presentes. Le llevó diferentes clases de ornamentos de oro, entre los que había brazaletes, collares y pulseras para las muñecas y los tobillos. Había también uñas de tigre engastadas en oro, adornos en seda y encaje para la cintura, ornamentos para las manos y las piernas, saris de seda con hermosos estampados, y un traje de niño, también de seda. Ofreció también al niño otros muchos objetos valiosos, incluyendo monedas de oro y plata. En un palanquín cubierto de cortinajes y acompañada de sus sirvientas, Sita Thakurani fue a casa de Jagannatha Misra, llevando muchos regalos auspiciosos como hierba fresca, arroz, gorocana, cúrcuma, kunkuma y madera de sándalo. Todos estos regalos llenaban un gran cesto.

Cuando Sita Thakurani fue a casa de Sacidevi, llevando muchas clases de alimentos, vestidos y otros regalos, se quedó asombrada al ver al recién nacido, porque se dio cuenta de que, a excepción de la diferencia en el color, el niño era directamente Krishna de Gokula en persona. Al ver la refulgencia del cuerpo trascendental del niño, con Sus miembros bien moldeados y llenos de signos auspiciosos, como si fuese hecho de oro, Sita Thakurani estaba muy complacida y, a causa de su afecto maternal, sintió como si se le derritiera el corazón. Bendijo al recién nacido poniendo sobre Su cabeza hierba fresca y arroz, y diciendo: ‘Bendito seas con una larga vida’. Pero por temor a los fantasmas y las brujas, dio al niño el nombre de Nimai.

El día en que madre e hijo se bañaron y dejaron la casa de maternidad, Sita Thakurani les dio toda clase de ornamentos y ropas, honrando también a Jagannatha Misra. Entonces Sita Thakurani, al ser honrada por Sacidevi y Jagannatha Misra, se sintió enormemente feliz, y de esta manera volvió a su casa. De esta manera, madre Sacidevi y Jagannatha Misra, al haber obtenido un hijo que era el esposo de la diosa de la fortuna, vieron cumplidos todos sus deseos. Su casa estaba siempre llena de cosas valiosas y de alimentos. Viendo el amado cuerpo de Sri Caitanya Mahaprabhu, su dicha aumentaba día tras día.

A partir de aquel día, Sita Thakurani fue con frecuencia desde Shantipura a Mayapura para enseñar a Sacimata cómo cuidar al bebé recién nacido. Ella le daba diferentes instrucciones sobre cómo educar a su hijo. Después de ayudarla de esta manera, volvía a Shantipura. Cuando se celebraba una ceremonia de cumpleaños del niño, Jagannatha Misra y Sacidevi dejaban que la venerable Sita Thakurani fuera la primera en ofrecerle ropas nuevas al niño.

Advaita Acarya Prabhu también tenía una casa en Navadwipa. Cada cierto tiempo iba allí para discutir sobre krishna-katha con los devotos, encabezados por Srivasa, y todos se sumergían en olas de júbilo hasta el amanecer. Después de que Sri Gaurasundara apareciera, los devotos oraron junto a Sri Advaita Acarya y Sita Thakurani que el niño viviera por mucho tiempo en Mayapura y fuera afortunado.

Sita Thakurani y Sacidevi eran de un sólo pensamiento: el bebé Nimai era su vida y su alma. Cada día, Sita Thakurani iba a la casa de Sacidevi y le ayudaba a cuidar y alimentar al niño. En la casa de Jagannatha Misra, el niño divino aumentaba el placer de los ojos y la mente de todos los devotos, así como la Luna creciente aumenta gradualmente su brillo con cada día que pasa.

Nimai junto a Sus padres, Jagannatha Misra y Sacidevi.

Después de varios años, Vishvarupa, el hijo de Jagannatha Misra (el hermano mayor de Nimai), tomó repentinamente sannyasa. Jagannatha Misra y Sacidevi sintieron mucho dolor y angustia por la partida de su hijo.  Gaurasundara también estaba consternado y triste por la separación de Su heramano. En aquel momento, Advaita Acarya y Sita Thakurani consolaron a Jagannatha Misra, y Sita Thakurani ayudó a cuidar a Nimai.

La esposa de Srivasa Pandita, Malini Devi, también sentía un gran afecto por el niño, y lo cuidaba y protegía. Ella y Sacidevi coincidían en este aspecto.

Después de manifestar los pasatiempos de Su infancia, Nimai se adentró gradualmente en Su kishora-lila, o los pasatiempos juveniles. Después de un tiempo, fue a Gaya y reveló Su verdadera forma y Su objetivo. Cuando regresó de Gaya, reunió a todos los devotos en la casa de Srivasa Angan para realizar kirtana. En aquella ocasión, Advaita Acarya trajo a Sita Thakurani de Shantipura a Mayapur, y cuando llegó, fue la primera en adorar los pies de loto de Sri Caitanya.

Poco a poco, Sri Gaurasundara comenzó a revelar Sus pasatiempos de kirtana en Navadwipa, deseoso de salvar a las almas caídas. Con el paso del tiempo, tomósannyasa y empezó a pensar en Vrindavana. Un día, en un estado de semi-locura, salió corriendo y se adentró en la jungla, buscando a Sri Krishna. Al escuchar la noticia, Sri Sita Thakurani pasó cuatro días con Sacidevi, que estaba sumida en la oscuridad de la separación, como si el Sol hubiera abandonado el cielo para siempre, y permanecía acostada como si estuviera a punto de morir.

Sri Caitanya Mahaprabhu estaba sujeto por las cuerdas del amor, y por eso no fue capaz de ir a Vrindavan, y en su lugar regresó a Shantipura. Cuando llegó a Shantipura, Advaita Acarya y Sita Thakurani sintieron que habían recobrado la vida. Después de ayunar durante cuatro días, Sri Gaurasundara aceptó prasadacocinado por Sita Thakurani.

Antes de tomar sannyasa, Sri Caitanya Mahaprabhu y Nityananda Prabhu iban cada cierto tiempo a la casa de Advaita, en Shantipura, y celebraban festivales donde ejecutaban krishna-nama-lila kirtan todo el día y toda la noche. Sri Paramesvari Das Thakura describió la hermosa naturaleza de este hecho en su Sri Pada Kapataru:

“Un día, cuando el Señor llegó al templo de Sri Advaita y vio al hijo de éste ocupando Su lugar, comenzó a reírse. Advaita se sentó junto con Nityananda, y ambos comenzaron a pensar alegremente en la idea de realizar un festival. Al escucharlos, Sita Thakurani entró en la sala sonriendo. En aquel momento, con palabras tan dulces que hacían que la mente de quien las escuchara se volviera jubilosa, el hijo de Saci dijo que debería haber un gran festival. Él dijo: ‘Escucha, Sita Thakurani, debemos invitar a todos los diferentes vaishnavas que viven en los alrededores. Permitamos que todo el aquel que escuche el sonido de nuestra canción resonando en el aire, pueda unirse a nosotros. Deberíamos invitar a todo el mundo’. Después, Sri Gauracandra ordenó a los devotos que invitaran a todos los vaishnavas. ‘Tú, prepara la mridanga y los karatalas’. ‘Tú, prepara la pasta de sándalo y el aguru para que se distribuyan’. ‘Tened todo listo en el ghat’. ‘Los devotos han de tomarse muy en serio estas tareas, y después de colocar guirnaldas de flores a todos los devotos, han de reunirse en un círculo y realizar un kirtanaescandaloso’.

Después de escuchar las palabras de Mahaprabhu, los devotos siguieron Sus órdenes con gran afecto, recolectando guirnaldas de flores, pasta de sándalo, betel,ghee, miel y leche, y todo lo que fuera necesario para adorar al Señor. Los diferentes regalos y artículos aromáticos para los devotos y el Señor se distribuyeron de manera adecuada. El kirtana comenzó al mediodía. Todo el mundo comenzó a cantar ‘¡Hari! ¡Hari!’, y la mridanga hizo que el kirtana fuera más auspicioso todavía. Así, Paramesvara Dasa nada en los rasik pasatiempos del Señor”.

Sri Caitanya Mahaprabhu y Nityananda Prabhu realizan kirtana con los vaishnavas.

Después de que Sri Caitanya Mahaprabhu tomara sannyasa y se fuera a vivir a Jagannatha Puri, Sri Advaita Acarya y Sita Thakurani solían ir a visitarlo cada año, acompañados de su hijo Acyutananda. En una ocasión, Sita Thakurani preparó algunas de las preparaciones favoritas del Señor, y lo invitó a su casa para comer. Simplemente para incrementar Su éxtasis, el Señor, que estaba absorto constantemente en krishna-nam, honró la invitación y fue a comer a la casa de Advaita y Sita. Sita Thakurani, que siempre estaba abrumada por vastalya-prema, lo trató con mucho afecto, como si fuera su propio hijo. El Señor mismo también la trató con la misma consideración y el afecto que sentía por Sacidevi. Sri Sita Thakurani tuvo tres hijos, Acyutananda, Krishna Mishra y Gopala Misra, y todos ellos fueron seguidores de Sri Caitanya Mahaprabhu.

 

Imágenes de www.puskarpaintings.com © Matthew Goldman

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