Esta preparación de origen brasileño es deliciosa, y es ideal para llevarse al trabajo, la escuela o cualquier otro lugar en el que tengamos que pasar mucho tiempo fuera de casa.
Precalentar el horno a 200° C (o 400° F). Poner papel de hornear en una bandeja, o alternativamente, untarla ligeramente con aceite.
En un cazo, llevar la leche, la manteca y el aceite a ebullición. Retirar del fuego cuando empiece a hervir, vigiando que no salga fuera del cazo.
En un recipiente grande, mezclar la harina de mandioca y la sal.
Una vez que la mezcla de ingredientes líquidos se haya enfriado un poco y seamos capaces de soportar el calor en nuestras manos, añadir al recipiente con los ingredientes secos. Mezclar hasta que todos los ingredientes estén bien combinados.
Añadir el queso rallado y mezclar una vez más. Si la masa está demasiado pegajosa, dejar enfriar 30 minutos en la heladera antes de hacer las bolas.
Hacer bolas del tamaño de una pelota de golf y ponerlas en la bandeja, separadas unos 2 cm entre ellas.
Asar 20-25 minutos, o hasta que empiecen a dorarse y la base se haya oscurecido.
Una vez moldeadas, las bolas se pueden congelar para comer en otra ocasión. Tan solo hemos de llevarlas al congelador en la bandeja por 2 horas hasta que estén totalmente duras. Después las guardamos en una bolsa o recipiente herméticos, y cuando queramos usarlas podemos llevarlas directamente al horno precalentado a 190° C (o 375° F)
Ingredientes
Instrucciones
Precalentar el horno a 200° C (o 400° F). Poner papel de hornear en una bandeja, o alternativamente, untarla ligeramente con aceite.
En un cazo, llevar la leche, la manteca y el aceite a ebullición. Retirar del fuego cuando empiece a hervir, vigiando que no salga fuera del cazo.
En un recipiente grande, mezclar la harina de mandioca y la sal.
Una vez que la mezcla de ingredientes líquidos se haya enfriado un poco y seamos capaces de soportar el calor en nuestras manos, añadir al recipiente con los ingredientes secos. Mezclar hasta que todos los ingredientes estén bien combinados.
Añadir el queso rallado y mezclar una vez más. Si la masa está demasiado pegajosa, dejar enfriar 30 minutos en la heladera antes de hacer las bolas.
Hacer bolas del tamaño de una pelota de golf y ponerlas en la bandeja, separadas unos 2 cm entre ellas.
Asar 20-25 minutos, o hasta que empiecen a dorarse y la base se haya oscurecido.
Una vez moldeadas, las bolas se pueden congelar para comer en otra ocasión. Tan solo hemos de llevarlas al congelador en la bandeja por 2 horas hasta que estén totalmente duras. Después las guardamos en una bolsa o recipiente herméticos, y cuando queramos usarlas podemos llevarlas directamente al horno precalentado a 190° C (o 375° F)