Srila-Prabhupada

A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada
(Extractos del capítulo 8 de la obra ‘Ciencia de la autorrealización’)

El amor que experimentamos en el mundo material está basado en una ilusión, y, como todo lo demás que se encuentra aquí, es temporal. Sin embargo, existe “un amor más elevado”: un amor nunca imaginado por los románticos mundanos.

Si se protege bien la tierna enredadera del servicio devocional, entonces gradualmente producirá el fruto del amor puro por Dios. Amor puro por Dios significa amor que no está teñido por el deseo de conseguir beneficio material, mero entendimiento filosófico ni resultados fruitivos. Amor puro consiste en saber: “Dios es grande, yo soy parte integral de Él y, por lo tanto, Él es mi supremo objeto de amor”. Esta conciencia constituye la perfección más elevada de la vida humana y el objetivo máximo de todos los métodos de autorrealización. Si alcanzamos ese punto (Dios es mi único amado, Krishna es el único objeto de amor), entonces nuestra vida es perfecta. Y cuando saboreamos esa relación trascendental con Krishna, sentimos entonces verdadera felicidad. La enredadera devocional estará entonces tan fuertemente protegida, que sólo por asirnos a ella, podremos alcanzar el destino supremo. Si vamos subiendo a un árbol, al final llegaremos a la cima. De igual manera, si podemos obtener amor por Dios asiéndonos a esa enredadera devocional, no hay ninguna duda de que alcanzaremos la morada trascendental de Krishna y nos relacionaremos con Él personalmente, de la misma manera en que nos estamos relacionando aquí, cara a cara.

Dios no es ficticio ni imaginario. Él es tan real como nosotros. (En realidad, nosotros somos víctimas de la ilusión; estamos viviendo como si este cuerpo fuera nuestro verdadero yo, si bien este cuerpo no es una realidad en absoluto, sino sólo una manifestación temporal.) Nos atrevemos a suponer que no hay Dios, o que Él no tiene forma. Esa especulación mental se debe a un escaso acopio de conocimiento. El Señor Krishna y Su morada existen, y podemos ir allá, alcanzarlo a Él y relacionarnos con Él. Eso es un hecho. Vida espiritual significa tener la compañía del Señor Supremo, y existir eternamente con bienaventuranza y conocimiento. Esa compañía eterna significa jugar con Krishna, bailar con Krishna y amar a Krishna. O que Krishna puede volverse nuestro hijo… lo que queramos.

Hay cinco relaciones primarias con Krishna: como devoto pasivo, como sirviente, como amigo, como padre o madre, y como amante. Otros devotos se inclinan por prestar servicio concretamente. Ellos piensan: “Krishna quiere sentarse. Voy a acomodar un lugar para Él. Krishna quiere comer. Voy a buscarle alguna comida sabrosa”. Y ellos de hecho se ocupan de hacer todo eso. Otros devotos juegan con Krishna como amigos, en una relación de igualdad. Ellos no saben que Krishna es Dios; para ellos, Krishna es su amigo adorable, y no pueden olvidarlo a Él ni por un momento. Todo el día y toda la noche piensan en Krishna. Podemos verdaderamente vivir de esa manera, y ésa es la perfección de la existencia. Debemos ansiar esa etapa perfecta de la vida. El cultivo de la conciencia de Krishna es el proceso para alcanzarla.

Pero mientras tengamos tan siquiera un ligero apego por este mundo material, tenemos que permanecer aquí. Krishna es muy estricto. Él no permite que nadie que tenga algún vestigio del concepto material de la vida esté con Él. Elbhakti debe estar libre de contaminación material.

Caitanya Mahaprabhu dice que, para alcanzar el amor puro por Krishna, tenemos que ejecutar servicio devocional, conciencia de Krishna. Tenemos que dedicarnos exclusivamente a servir a Krishna. La etapa más elevada y perfecta de la devoción pura consiste en estar libre de todos los deseos materiales, de toda la especulación mental y de todas las actividades fruitivas. El principio básico de la devoción pura es que no podemos mantener ningún otro deseo que no sea el de volverse plenamente consciente de Krishna. Tenemos que cultivar conciencia de Krishna en una forma favorable, y eso significa ejecutar servicio mediante el cual Krishna Se sienta satisfecho. No se desarrolla conciencia de Krishna por uno fabricar su propio sendero.

El amor puro debe estar libre de todos los vestigios de actividades fruitivas (karma) y de todos los vestigios de especulación mental y deseo material. Ese servicio devocional puro debe estar favorablemente concentrado en Krishna. “Favorablemente” significa conforme con lo que Él desea. El deseo de Dios es tal que no se puede cambiar. El deseo de Krishna es supremo. Por lo tanto, tenemos que acoplar nuestros deseos al de Krishna. Sea cual fuere el deseo de Krishna, nadie puede anularlo y dejarlo sin validez, debido a que Él es el Señor Supremo. Por lo tanto, es nuestro deber acoplar nuestros actos al deseo de Krishna; pero no fabricar una acción y luego declarar: “Estoy haciendo esta acción con conciencia de Krishna”. Tenemos que ser muy cuidadosos en averiguar si Krishna verdaderamente lo quiere. Ese conocimiento autorizado lo instruye el representante de Krishna. En nuestras oraciones de alabanza al maestro espiritual, estamos cantando diariamente: “Si se satisface al maestro espiritual, entonces Dios estará satisfecho. Y si no satisfacemos a nuestro maestro espiritual, entonces no hay ninguna manera de que complazcamos a Dios”. Por lo tanto, hasta donde sea posible, tenemos que ejecutar la orden de nuestro maestro espiritual. Eso nos permitirá progresar. Ésa es la esencia de la ejecución favorable del proceso de conciencia de Krishna.

En la consecución del amor puro por Dios, tenemos que ocupar nuestros sentidos: sarvendriya, todos los sentidos. El Señor Caitanya habla de ocupar favorablemente todos los sentidos en el servicio de Krishna, con una vida devocional pura. Debemos ocupar favorablemente nuestros sentidos, y debemos hacer todo lo que Krishna quiera. No se debe tener ningún deseo de complacer los propios deseos materiales, no debe existir ningún intento de entender a Krishna mediante filosofía experimental, y no debe realizarse ninguna actividad fruitiva para obtener beneficios materiales dados por Krishna. El único deseo debe ser servirle favorablemente, como Él lo desee. Si Krishna quiere algo, entonces debemos hacerlo. Tenemos que entender lo que quiere Krishna. Cuando existe esa relación íntima, podemos entonces servir a Krishna de lo más favorablemente. Y mientras no exista esa relación íntima, debemos recibir información de lo que quiere Krishna a través del medio transparente, el maestro espiritual.

El vaishnava nunca piensa que tiene una relación directa con Krishna. El Señor Caitanya dice: “Yo soy el sirviente del sirviente del sirviente del sirviente – cien veces el sirviente del sirviente – de Krishna”. Tenemos que acceder a volvernos el sirviente del sirviente del sirviente. Ése es el proceso de sucesión discipular, y si queremos desarrollar verdadero y trascendental amor por Dios, tenemos que adoptar ese proceso.

El Señor Caitanya da un ejemplo de devoción pura tomado del Srimad-Bhagavatam: en el Bhagavatam se dice que Krishna se encuentra situado en el corazón de todo el mundo. Por lo tanto, así como los ríos fluyen y su tendencia natural es llegar al mar, así mismo, tan pronto como oímos hablar de las glorias del Señor, nuestra alma de inmediato se siente atraída por el Señor Supremo. Ése es el comienzo del servicio devocional puro. Tan pronto se vibra el canto de Hare Krishna, de inmediato las pertenencias de Krishna, el nombre de Krishna, la fama de Krishna, la morada de Krishna, los acompañantes de Krishna… repentinamente se manifiestan internamente, debido a que Él está presente. Ése es el comienzo de nuestra conciencia de Krishna. Cuando nuestra mente se ve atraída por Krishna y por todo lo relacionado con Krishna simplemente por oír una pequeña glorificación de Sus cualidades, ése es el comienzo de la conciencia de Krishna pura. En ese momento no hay más gati, o movimiento de la mente.

En la ejecución del proceso de conciencia de Krishna pura, no hay ambición ni motivación personal. Un devoto puro no quiere nada de Krishna; él únicamente quiere servirle. Y Krishna también busca la oportunidad de servir a Su devoto. Krishna está siempre tan ansioso de complacer a Su devoto como el devoto lo está de complacerlo a Él. Así es el mundo trascendental. En el plano absoluto no hay explotación. Todo el mundo quiere servir; nadie quiere recibir servicio. En el mundo trascendental, todos quieren dar servicio. Tú quieres darme servicio a mí, y yo quiero darte servicio a ti. ¡Es una actitud tan hermosa! Este mundo material significa que yo quiero robarte a ti, y tú quieres robarme a mí. Eso es todo. Así es el mundo material. Tenemos que tratar de entenderlo. En el mundo material, todos quieren explotar a su amigo, a su padre, a su madre, a todo el mundo. Pero en el mundo trascendental, todos quieren servir. Todo el mundo tiene a Krishna como el punto central de servicio, y todos los devotos, bien sea como amigos, o sirvientes, o padres o amantes de Krishna, todos quieren servirle a Él. Y al mismo tiempo, Krishna también quiere servirles a ellos. He ahí una relación trascendental; la principal función es el servicio, si bien no hay necesidad de servicio, ya que todo el mundo está satisfecho. A menos que alcancemos la etapa de únicamente servir a Krishna o a Su devoto, no podremos saborear el placer trascendental del servicio. Si tenemos alguna motivación personal, entonces ese sentido nunca despertará. Sin motivación personal, sin deseo de complacencia personal de los sentidos, debemos ofrecer servicio al Señor Supremo y a Sus devotos.

 

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