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Kurma Rupa dasa

Como el cultivo de la modalidad de la bondad es complejo e intrincado, este artículo menciona los tres aspectos principales: pureza, paz e iluminación, y demuestra que la protección de las vacas favorece este esfuerzo.

El Bhagavad-gita explica que la naturaleza material está compuesta por tres modalidades – bondad, pasión e ignorancia –, y cuando las entidades vivientes, que son espirituales, entran en contacto con la naturaleza, quedan condicionadas por estas tres modalidades.

Entre estas modalidades, la de la bondad (sattva guna) es superior, pues condiciona a la persona a desarrollar paz y una mente clara, iluminación, sabiduría y además la libera de todas las reacciones pecaminosas. Las personas que están situadas en la modalidad de la bondad experimentan una sensación de felicidad y discernimiento. ´

La modalidad de la pasión (rajo guna) inspira un inagotable flujo de deseos y anhelos: apego a las posesiones, elitismo, consumismo, ser indulgente con uno mismo, auto-promoverse e imponerse a los demás, y otras formas de actividades fruitivas. Estos deseos nunca pueden satisfacerse plenamente, y las personas situadas en la modalidad de la pasión se distinguen por su frustración y miseria.

La modalidad de la ignorancia (tamo guna) condiciona a la persona a la imprudencia, la locura y la ilusión. Las personas situadas en esta modalidad inferior manifiestan letargia, pereza, inercia, violencia insensata y destrucción, cualidades que conducen gradualmente a la deshumanización.

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Las tres modalidades de la naturaleza material.

Ciertos aspectos de la naturaleza material nos inducen a la bondad, otras a la pasión y otras a la ignorancia, y nos vemos forzados a actuar dependiendo de la influencia predominante del tiempo, lugar y circunstancia particulares.

Las personas interesadas en el crecimiento personal o el avance espiritual, deben cultivar la modalidad de la bondad para poder desarrollar paz, autocontrol, austeridad, pureza, tolerancia, honestidad, conocimiento, sabiduría y religiosidad (Bg. 18.42), todos ellos ingredientes esenciales para la receta de una vida saludable.

Como cultivar sattva guna (bondad) es complejo e intrincado, este artículo menciona los tres aspectos principales: pureza, paz e iluminación (conocimiento/sabiduría), y demuestra que la protección de las vacas favorece este esfuerzo.

1. Pureza

La pureza se logra al llevar a cabo ciertas prácticas internas y externas. De manera concreta, pureza externa significa mantener el cuerpo limpio y saludable, es decir, tomar baño regularmente, comer alimentos salubres y evitar aquellos que provocan enfermedades; observar hábitos que promueven la vida, en lugar de seguir hábitos que provoquen decadencia y deterioro. Por lo tanto, los síntomas de la pureza externa son la limpieza y una buena salud.

La pureza interna tiene que ver con la limpieza del corazón y la mente. Aunque se recomiendan diversos tipos de yoga, meditación y oración, los expertos concluyen que en la era actual, la mejor manera de lograr la pureza interna es recitando congregacionalmente los hombres de Hare, Krishna, Rama, Govinda, Gopal, Radharaman, etcétera. Los síntomas principales de la pureza de la mente y el corazón son la autosatisfacción y la ausencia de lujuria, ira y avaricia.

2. Paz

Se suele decir que la paz es estar libre de disturbios. Como el mundo material está en un movimiento continuo, los disturbios siempre están presentes. Por lo tanto, paz quiere decir que podemos permanecer tranquilos y estables a pesar de los cambios incesantes y las circunstancias provocadoras.

La paz puede alcanzarse practicando una disciplina de yoga con un guía competente. En pocas palabras, significa regular la vida respecto a la dieta y los hábitos.

La paz está directamente relacionada a los tipos de alimentos que comemos. Todos conocemos el famoso dicho “Eres lo que comes”. Los alimentos afectan nuestra salud física y mental. Según el Gita, los alimentos en la bondad aumentan la duración de la vida, purifican la propia existencia y brindan fuerza, salud, felicidad y satisfacción. Este tipo de alimentos crecen y se obtienen con un mínimo de violencia. Comer otro tipo de alimentos nos situarán bajo la influencia de la pasión y la ignorancia, y sus reacciones respectivas (Bg. 17.8-10).

Los alimentos en la modalidad de la bondad son las frutas, granos, verduras y leche, y donde mejor se obtienen es en los ambientes rurales. Las vacas y los toros son imprescindibles para producir esos alimentos, ya que proveen el mejor fertilizante y los mejores cultivos.

Las ambientes rurales naturales están en la modalidad de la bondad, y entre todas las criaturas del reino animal, se dice que las vacas son las que más en bondad están, por lo tanto, ambos producen una óptima influencia, otorgando paz a todos los que están a su alrededor. Me han informado que en el Sur de la India, los hospitales ayurvédicos y naturópatas suelen tener vacas en ambientes naturales, cerca de las cabañas de sus pacientes, pues el simple hecho de verlas crea una atmósfera de tranquilidad que mejora la salud. Hoy en día, en Europa, Australia y el Norte de América, cada vez más personas están descubriendo los efectos terapéuticos de las vacas para reducir el estrés, la ira, la ansiedad y la depresión que afectan profundamente a los residentes de las ciudades.

3. Iluminación / Cultivo de conocimiento

Tal vez, la característica más importante de la iluminación es que nos permite distinguir la realidad de la ilusión… lo temporal de lo eterno… la real de lo falso. La influencia de sattva guna apacigua la mente, promueve la inteligencia y nos permite traspasar la superficie de las cosas – para diferenciar la materia de la sombra; lo bueno de lo malo; lo aparente de lo real. Sattva guna es un catalizador que transforma el conocimiento teórico en conocimiento realizado. Hace que podamos vivenciar el conocimiento, en lugar de limitarnos a poseerlo.

En gran medida, cada uno de nosotros tiene la posibilidad de elegir cuál de las tres modalidades queremos que predomine en nuestra vida. Si nos alimentamos de comida putrefacta y obtenida con violencia, nos exponemos a los medios de comunicación que muestran violencia, muerte y destrucción, vivimos en ambientes sucios y miserables, nos asociamos con criminales, drogadictos, pesimistas, etcétera, sin duda nos acabará dominando tamo guna.

Si comemos alimentos excesivamente picantes, destinados a estimular el gusto y despertar deseos sensuales, vivimos en lugares donde predomina la pasión (áreas urbanas), nos sometemos a los medios de comunicación que promueven la acumulación y el consumismo, y nos asociamos con personas paganas, acabaremos actuando bajo la influencia de rajo guna.

No obstante, si comemos alimentos frescos que fomentan la tranquilidad, la buena salud y se obtienen con la menor violencia posible, vivimos en ambientes naturales y nos asociamos con personas pacíficas, virtuosas, honestas, amorosas y que prefieren dar en vez de recibir, entonces nos situaremos bajo la influencia desattva guna, el entorno más favorable para alcanzar el avance espiritual.

Tal vez se pregunten lo siguiente: “¿Qué tienen que ver las vacas con el cultivo de la bondad?”

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La protección y el servicio a las vacas beneficia enormemente a la sociedad.

En pocas palabras, las vacas son puras, pacíficas y fomentan el aprendizaje y la percepción, elementos esenciales para la modalidad de la bondad, tal como se ha descrito anteriormente.

Se ha demostrado que las vacas no están contaminadas, incluso su excremento y su orina son antisépticos y medicinales (pureza); es sabido que son animales tranquilos y contentos (paz); y su influencia fomenta la concentración y aumenta el aprendizaje (iluminación).

Los investigadores del Sage Colleges, en Troy (Nueva York), han concluido que la bacteria específica que se encuentra en el excremento de vaca y los suelos de buena calidad (micobacterium vaccae), efectivamente aumentan los niveles de serotonina en el cerebro y disminuyen la ansiedad. Vaccae es el término en latín del que se deriva la palabra vaca. Los medicamentos antidepresivos se fabrican a partir de esta bacteria.

Los experimentos con ratones también sugieren que la micobacterium vaccaeaumenta la conducta de aprendizaje. Los investigadores descubrieron que los ratones que tomaron micobacterium vaccae pudieron cruzar los laberintos más rápido que aquellos que no habían ingerido la bacteria. Dorothy Matthews y Susan Jenks, que llevaron a cabo el estudio, compartieron sus descubrimientos en el congreso de la American Society for Microbiology en San Diego. En poco tiempo, sus descubrimientos indicaron que la ingesta de micobacterium vaccae produce felicidad y fomenta el aprendizaje, elementos clave para alcanzar sattva guna.

Los descubrimientos científicos mencionados anteriormente refuerzan las numerosas declaraciones de los Vedas que afirman que la protección y el servicio a las vacas beneficia enormemente a la sociedad; principalmente, que las vacas tienen un efecto sattvico en sus queridos cuidadores. Por lo tanto, las escrituras védicas declaran: “La persona que sirve a una vaca y la cuida en todos los sentidos, recibe la bendición más increíble”.

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“No tengáis envidia de la vaca, ni siquiera mentalmente. Siempre intentad complacerla y servirla en la medida de lo posible. Ofrecerle respetos y adoradla. El ser humano que adora diariamente a la vaca con alegría, se torna apto para recibir gran fortuna”, Gomati-vidya, del Visnu-dharmottara, Parte II, 42/49-59.

El Señor Brahma dijo: “He creado a la vaca para alimentar a todo el mundo. Ella es la forma de los semidioses y es misericordiosa con todas las entidades vivientes. Cada objeto que se produce a partir de la vaca se considera puro. Si uno bebepancagavya (leche de vaca, ghee, yogurt, estiércol y orina), todas sus reacciones pecaminosas se destruirán. Por eso las personas piadosas usan sus productos diariamente. Los productos de las vacas son sagrados y auspiciosos. La persona que no tiene la buena fortuna de consumir los productos de la vaca se considera desafortunada, y su cuerpo es visto como un deshecho”, Padma Purana, Sristhi Khanda, 57/151-156.

Kurma Rupa das fue director de Care for Cows, una red internacional de voluntarios dedicados a la concientización, educación y acción para la protección de las vacas, basada en las enseñanzas de las escrituras védicas. Actualmente, mantienen más de 500 vacas, bueyes y toros abandonados, así como terneros huérfanos en la tierra sagrada de Vrindavana, India. Visita www.careforcows.org para conocer más acerca del proyecto y cómo ayudar.

Kurma Rupa das falleció el 27 de junio de 2015 en Vrindavana, India. A continuación pueden ver un vídeo en su homenaje:

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=updk4lTROwo?version=3&rel=1&fs=1&autohide=2&showsearch=0&showinfo=1&iv_load_policy=1&wmode=transparent]

 

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