A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada
(Extractos de la clase dada en Hawái, el 27 de marzo de 1696)
La historia del avatar Ramacandra y su conducta ejemplar como rey.
ramadi murtisu kala-niyamena tisthan
nanavataram akarod bhuvanesu kintu
krsnah svayam samabhavat paramah puman yo
govindam adi-purusam tam aham bhajami
(Brahma-samhita 5.39)
Este verso es un verso del Brahma-samhita que describe la encarnación del Señor Ramacandra: Ramadi. No sólo existe Rama, si no que hay muchas otras innumerables encarnaciones, las cuales se comparan a las olas de un río. Así como no se pueden contar las olas de un río o las olas de un océano, es imposible decir cuántas encarnaciones hay del Señor Supremo. El Señor Ramacandra apareció en este planeta hace, por lo menos, dos millones de años, pero Él continua existiendo.
El Señor Ramacandra apareció en Ayodhya, un lugar al norte de India. El Señor Ramacandra apareció este día, el noveno día de la Luna, motivo por el cual se llama Sri Rama Navami. Su padre era el rey de Ayodhya y tenía dos esposas. Con dos de las esposas tuvo cuatro hijos, de los cuales Ramacandra era el hijo mayor. La vida y las actividades del Señor Ramacandra están registradas en un libro llamado Ramayana, sobre el que seguro ya habéis escuchado hablar.
La trama del Ramayana es que el padre de Ramacandra, llamado Maharaja Dasharatha, quería retirarse, y por eso decidió coronar al Señor Ramacandra. Todo estaba preparado, pero su esposa más joven cambió el rumbo de todo. Algunas veces Maharaja Dhasaratha sufría de lo que conocemos como paroniquia, un problema en el dedo, pero su reina lo servía muy bien, satisfaciéndolo completamente, por lo que él le dijo: “Mi querida Sharmistha, si quieres alguna bendición, puedo otorgártela”. Entonces, apenas un día antes de la coronación del Señor Ramacandra, ella se acercó a su esposo, Maharaja Dasharatha, y le recordó: “Mi querido esposo, me prometiste una bendición y te dije que te la pediría cuando la necesitara”. “Sí, lo recuerdo”, dijo Maharaja Dasharatha. “¿Quieres la bendición ahora?”. “Sí”. “¿Y qué bendición deseas?”. “No corones a Ramacandra, si no a mi hijo, Bharata”. Él se sorprendió con aquella gran petición, pero le dijo: “De acuerdo. Coronaremos a tu hijo”. Antiguamente, e incluso hoy en día, hay muchos reyes kshatriyas en India que tienen más de una esposa, y naturalmente hay rivalidad entre ellas. Lo mismo ocurría en el pasado, pues la psicología humana es la misma. Esa mentalidad ya existía incluso en las mujeres de millones atrás, y Sharmistha le pidió: “Mi hijo debe ser el rey, no Ramacandra”, porque Ramacandra era el hijo de Kaushalya, la reina más antigua.
Así que Maharaja Dasharatha accedió y llamó afectuosamente a Ramacandra, a quien explicó las peticiones de Sharmistha. Como ésta era muy diplomática, quería que Ramacandra se fuera al bosque y permaneciera allí durante catorce años. Tras esa petición, había una intención política: “Tal vez el rey esté de acuerdo en instaurar a mi hijo pronto, pero dentro de unos pocos años, Ramacandra puede venir con Su ejército y tal vez haya dificultades para continuar reinando”. Maharaja Dasharatha accedió porque era un kshatriya.
El kshatriya no puede volver atrás cuando hace una promesa. De este modo, Maharaja Dasharatha cumplió su promesa a su esposa más joven, y le pidió a su hijo mayor, Ramacandra: “Mi querido muchacho, tendrás que irte al bosque durante catorce años, porque ese es el deseo de Tu madre más joven, y yo le prometí que cumpliría su pedido. Así que por favor, acepta el exilio”. Ramacandra dijo: “Sí, padre, estoy listo para el exilio”. Vairagya, renuncia, es una de las seis opulencias de Dios.
aisvaryasya samagrasya
viryasya yashasah sriyah
jnana-vairagyayos caiva
sannam bhagam itingana
“Plenitud en riqueza, fuerza, fama, belleza, conocimiento y reununcia: estas son las seis opulencias de la Suprema Personalidad de Dios”. (Visnu Purana 6.5.47)
¿Cómo alguien puede convertirse en Dios? No se determina quién es Dios votando, si no que existe la definición de quién es Dios. Dios tiene que ser el propietario de todas (samagrasya) las opulencias (aisvaryasya). Nadie puede competir con Él. Aquí en este mundo material soy un hombre rico, pero hay otro hombre rico que puede competir conmigo, y hay otro hombre rico que puede competir con Él. Una cualidad de Dios, sin embargo, es que nadie puede competir con Dios en cuanto a riqueza. Tal vez usted diga: “Soy más rico que Ford o Rockefeller”, pero nadie puede decir: “Soy más rico que Dios”. Por lo tanto en el Bhagavad-gita (7.7) se dicemattah parataram nanyat kincid asti dhananjaya. Dhananjaya es un nombre de Arjuna, y Krishna dice: “Mi querido Arjuna, no existe nadie mayor que Yo”. Por consiguiente, si alguien clama ser Dios, tiene que demostrar que nadie es más rico que él. Ser el más rico es el primer requisito, pero infelizmente, estamos aceptando a muchos Dioses: aceptamos a cualquier necio que alegue ser Dios.
Las otras calificaciones son que nadie puede ser más fuerte, más famoso, más sabio, más bello o más renunciado que Dios. Al aceptar el exilio, el Señor Ramacandra exhibió la cualidad de renunciar a todo el reino simplemente por obedecer a Su padre. Él podría haber dicho: “Mi querido padre, estás haciendo esto sólo para mantener tu promesa, influenciado por la orden de tu mujer. Detengamos esto, pues todo están esperando que mañana sea Mi coronación, y el pueblo Me ama inmensamente”. De la misma forma en la que Krishna era muy querido, el Señor Ramacandra era la vida del pueblo. Pero Él nunca argumentó, si no que aceptó inmediatamente: “Sí, padre. Estoy listo”.
En este momento, uno de los hermanos, Lakshmana, también solicitó a Ramacandra: “Mi querido hermana, llévame contigo. Por ser Tu compañero constante, debo ir contigo”. “Si Tu deseo es venir conmigo voluntariamente”, dijo Ramacandra, “puedes hacerlo”. Entonces Sita, la joven esposa de Ramacandra, también dijo: “Iré contigo”, a lo que Ramacandra respondió: “Tú no puedes venir conmigo. Será muy difícil para ti, pues eres la hija de un rey, y fuiste criada para el ambiente urbano, ademas de ser bellísima. Tu no puedes venir, pues no te conseguirás someter a las dificultades del bosque”. Entonces ella dijo: “Soy Tu esposa. Como nos casamos, tengo que acompañarte aunque vayas al infierno”.
Foto: Sita, Ramacandra y Lakshmana en el bosque.
El Señor Ramacandra apareció en este mundo para educarnos, estableciendo el ejemplo ideal de como debe ser un rey. Un buen gobierno en el que todos son felices es un ejemplo del rama-rajya, el reino del Señor Rama. Hay muchos pasajes en la vida de Ramacandra. Cierta vez, un ciudadano se aproximó al Señor Ramacandra, y Su asistente, Su hermano Lakshmana, le informó: “Él es unbrahmana. Cuando te ausentaste durante una quincena o un mes, este brahmanano ingirió ni siquiera una gota de agua durante Tu ausencia”. “¿Por qué?”. “Porque él viene aquí a recibir Tu darshana”. Así como nosotros venimos al templo para ver a la Deidad, el Señor Ramacandra estava presente personalmente y el brahmanasolía acudir a verlo. Su voto era que, sólo después de haber visto a Ramacandra y haberle ofrecido sus reverencias, podía ir a desayunar, pero como no pudo ver al Señor Ramacandra durante una quincena o un mes porque el Señor había estado en una excursión política, no había comido nada.
Hay muchos pasajes históricos en la vida de Ramacandra y nosotros debemos recordarlas, porque debemos recordar por qué estamos realizando ayuno hoy para Ramacandra. De esa forma, cuando escuchemos los pasatiempos de la vida de Ramacandra, las actividades de Dios, estaremos en la compañía de Ramacandra, pues no hay diferencia entre Su forma, Su nombre, Sus pasatiempos y Él mismo, ya que Él es absoluto. Por lo tanto, si cantáis el santo nombre de Rama, si véis la estatua de Rama, si habláis acerca de Sus pasatiempos trascendentales, todo eso significa que estáis en la compañía de la Suprema Personalidad de Dios. De esta forma, aprovechemos los días en los que aparece o desaparece una encarnación de Dios para poder estar en Su compañía. Por Su compañía nos purificamos, y ese es nuestro proceso.
Muy hermoso explicado.