Bhaktisiddhanta Sarasvati y la propagación del culto de Caitanya Mahaprabhu

A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada

Extracto de la clase de A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada en homenaje al día de la desaparición de su maestro espiritual.

Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakura partió de este mundo material el 31 de diciembre de 1936. Existen dos fases, prakata y aprakata, o aparición y desaparición. No tenemos nada que lamentar en cuanto a la desaparición, porque Krishna y el devoto de Krishna no desaparecen. No sólo los devotos, si no que nadie desaparece, porque todas las entidades vivientes son eternas, igual que Krishna. Esto se confirma en la literatura védica: nityo nityam cetanas cetanam. La descripción del Señor Supremo es que Él también es nitya, eterno, y las entidades vivientes también son eternas. Él, sin embargo, es el eterno principal. Entonces, cualitativamente, no hay diferencia entre Krishna y las entidades vivientes. Y cuantitativamente, sí hay diferencia. ¿Cuál es la diferencia entre el nitya en singular y el nitya en plural? El nitya en plural son sirvientes eternos del nitya en singular. Es como si tú quisieras servir a alguien, y ese alguien, a pesar de ser tu maestro, también fuera exactamente como tú: tiene dos manos, dos piernas, los mismos sentimientos y también come: todo es igual. Pero la diferencia es que uno es el maestro y el otro es el sirviente. De lo contrario, son iguales en todos los aspectos.

Así que espiritualmente hablando, no hay diferencia entre la aparición y la desaparición. Desde el punto de vista material, cuando una persona nace, como tu hijo, te sientes feliz. Cuando el mismo hijo parte, te sientes muy triste. Esto es material. Espiritualmente, sin embrago, no hay tal diferencia entre aparición y desaparición. Entonces, aunque sea el día de la desaparición de Om Visnupada Sri Srimad Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakura, no hay nada por lo que lamentarse. Aunque sintamos su falta, aunque ese sentimiento esté presente, espiritualmente no hay diferencia entre la aparición y la desaparición.

Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakura trajo este mensaje para distribuirlo por todo el mundo. Y claro, Sri Caitanya Mahaprabhu expresó Su deseo:

prthivite ache yata nagaradi-grama
sarvatra pracara haibe mora nama

Él pudo prever que: “Por el mundo entero, en tantos pueblos y ciudades cuanto haya, en todos lados será conocido Mi nombre”. El nombre de Sri Caitanya Mahaprabhu. Lo que intentamos ahora realmente es concretizar esto. Para ejecutar Su deseo, Sri Caitanya Mahaprabhu dijo personalmente:

bharata bhumite manusya janma haila yara
janma sarthaka kari kara para-upakara

Él quería que Su nombre fuera propagado por todo el mundo, en cada pueblo y ciudad. ¿Y quién haría eso? Él dijo que el deber de todos los nacidos en Bharata-varsa, India, es por encima de todo volverse expertos en la filosofía de Sri Caitanya Mahaprabhu. Y en seguida deben propagarla, distribuirla. Ese es el deber de cada hindú.

Entonces, los hindúes tienen el privilegio de poder aprovechar la literatura védica. En otros países no existe tal ventaja. Entonces si alguien quiere volver su vida perfecta, tiene que aprovechar el vasto tesoro del conocimiento espiritual hindú. Incluso un caballero chino, que escribió un libro sobre religión en la Universidad de Nueva York, dijo en su libro: “Si quieres conocer algo de religión, tienes que ir a India”. Esto es un hecho. Entonces, Caitanya Mahaprabhu dijo esto para cada hindú. Es necesario propagar este movimiento para la  conciencia de Krishna en todo el mundo. Es deber de cada hindú, antes que nada, volver su vida perfecta, lo que significa que tiene que saber cuál es su posición y lo que tiene que hacer. Esto es perfección. En el momento actual, las personas no saben ni si quiera lo que son: si son el cuerpo o algo extra. Los grandísimos científicos también fracasaron. Esto es la perfección. Saber si el individuo es este cuerpo o algo más allá de este cuerpo es el comienzo del conocimiento espiritual. Entonces, por la cultura, por la educación, esta ventaja está presente en la India, y por eso Sri Caitanya Mahaprabhu se lo pidió a todos los hindúes nacidos en formas humanas. Él no está hablando a los animales. Manusya janma significa “ser humano”. Porque a menos que sea un ser humano, nadie puede comprender estas cosas. Los gatos y perros no pueden comprenderlas. Entonces, una persona cuyo comportamiento es como el de los gatos y perros, tampoco puede comprenderlas. Por tanto, Él dijo que primero deben convertir sus vidas perfectas, y en seguida distribuir este conocimiento. Esta es la misión de Caitanya Mahaprabhu.

Él apenas lo dijo y quedó a la espera de que, en días posteriores, Sus seguidores hicieran esto. Entonces, Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakura lo intentó. Bhaktivinoda Thakura deseó que ese mensaje de Sri Caitanya Mahaprabhu se aceptara igualmente por oriente y por occidente, y que tanto los hindúes como los europeos y americanos danzaran juntos en éxtasis de la misericordia de Sri Caitanya Mahaprabhu. Ese fue el deseo de Bhaktivinoda Thakura. Él simplemente expresó el deseo: “¿Cuándo veré esto ocurriendo, que tanto las personas orientales como las occidentales estén unidas en base al culto de Sri Caitanya Mahaprabhu y danzando juntas en éxtasis?”. Esta era la ambición de Sri Caitanya Mahaprabhu y era la ambición de Bhaktivinoda Thakura. Y Sri Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakura se encargó de esa tarea, que era su mayor deseo.

Entonces, a cada discípulo, especialmente a los competentes, él les pedía: “Dedícate a esta misión de Caitanya Mahaprabhu y predica en los países occidentales”. La primera tentativa fue de Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakura. Antes que él, ni si quiera los acaryas, los rupanugas goswamis, lo intentaron. Ellos dejaron obras, pero no intentaron predicar en la práctica. Y Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakura estaba muy ansioso por predicar este culto de Caitanya en los países occidentales. Esta es la contribución especial de Sri Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakura.

Es una larga historia cómo conocí a Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakura. Uno de mis amigos me arrastró. Yo era, en aquel entonces, nacionalista y administrador de una gran fábrica química. Mi edad era aproximadamente veinticuatro años. Entonces, uno de mis amigos me dijo: “Hay un sadhu genial, Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakura. Vino a Calcuta. Vamos a verlo”. Si, yo me resistía. Pensaba que sería como muchos otros sadhus. Así que no estaba muy interesado. Porque había tenido pésimas experiencias (no muy buenas), le dije: “Oh, existen muchos de ese tipo de sadhu”. Os gustará saber que, incluso cuando era joven (era la gracia de Krishna), incluso entre mis amigos jóvenes yo era considerado el líder. Durante la época escolar, en la universidad, en mis amistades particulares; de alguna u otra forma, me volví un líder. Y un astrólogo, algunas veces, leía mi mano. Él decía en hindi, kukum calena. Kukum calena significa: “Tu mando dice que tu orden será cumplida”.

Así que, de cualquier forma, fue la gracia de Krishna. Yo no iba a ir, pero su punto de vista era que, a menos que yo certificara a aquel sadhu, Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakura, no lo iban a aceptar. Así que inmediatamente comenzó su discurso: “Ustedes son todos jóvenes instruidos. ¿Por qué no adoptan el culto de Sri Caitanya Mahaprabhu y predican para todo el público que sabe inglés? ¿Por qué no se encargan de esta cuestión?”. Entonces discutí con él de varias formas. En aquel tiempo yo era nacionalista; así que le dije: “¿Quién aceptará nuestro mensaje? Somos una nación dependiente. No le importará a nadie”. Pero pertenecíamos a la familia vaishnava, pues Sri Caitanya Mahaprabhu, Nityananda, Radha Govinda son nuestras Deidades adorables. De esa forma me sentí muy contento: “El culto de Radha Krishna, el culto de Caitanya Mahaprabhu, estesadhu está intentando predicar. Esto es genial”.

Entonces, en aquella ocasión, tuvimos algunas conversaciones y, por supuesto, fui derrotado por sus argumentos. Y entonces, cuando salíamos, nos ofrecieronprasada: un óptimo tratamiento, la Gaudiya Matha. Y cuando salí a la calle, mi amigo me preguntó: “¿Qué opinas de este sadhu?”. Y yo, entonces, le dije: “Aquí está la persona correcta que se encargó del mensaje de Sri Caitanya Mahaprabhu, y ahora ésta será distribuida”.

En aquella época yo era un necio, pero opiné así. Y lo acepté como mi maestro espiritual inmediatamente. No de manera oficial, pero en mi corazón. Eso fue en 1922. Entonces, en 1923 abandoné Calcuta en mi ruta de negocios. E instalé mi sede en Allahabad. Allahabad se encuentra a cien millas aproximadamente de Calcuta. Entonces, yo pensaba: “Conocí una excelente personalidad santa”. Ese era mi pensamiento siempre. En 1928 hubo un Kumbhamela. Esta vez, los miembros de la Gaudiya Matha fueron a Allahabad para establecer un centro, y alguien les dijo: “Vayan a la Farmacia Prayaga”. Mi droguería se llamaba “Farmacia Prayaga”. Mi nombre también estaba allí. “Vayan y vean a Abhaya Babu. Él es religioso. Él os ayudará”. Esas personas de la Gaudiya Matha me fueron a ver. “Caballero, vinimos a verlo. Escuchamos hablar bien de ti. Queremos comenzar un templo aquí. Por favor, intente ayudarnos”. Yo pensaba en aquellas personas de la Gaudiya Matha: “Conocí excelentes personalidades santas”, y al verlos, me sentí muy feliz: “Oh, aquí están esas personalidades. Ellos vinieron nuevamente”.

Así que de esta manera, gradualmente, me apegué a las actividades de la Gaudiya Matha, y por la gracia de Krishna, mi negocio no funcionaba tan bien. Sí. Krishna dice yasyaham anughrnami harisye tad-dhanam sanaih. Si alguien realmente quiere ser devoto de Krishna y, al mismo tiempo, mantiene su apego material, Krishna se lleva todo lo que es material, de manera que la persona se vuelva cien por ciento dependiente de Krishna. Entonces eso es lo que ocurrió realmente en mi vida. Fui obligado a venir a este movimiento para adoptarlo muy seriamente. Y yo soñaba que Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakura me llamaba: “Por favor, ¡sal conmigo!”. Algunas veces yo me horrorizaba: “Oh, ¿qué es esto? ¿Tengo que abandonar mi vida familiar? ¿Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakura me está llamando? ¿Tengo que aceptar sannyasa?”. Oh, yo me horrorizaba. Pero lo vi varias veces llamándome. Así que, de cualquier forma, por su gracia, me vi forzado a abandonar mi vida familiar, mí así llamada vida de negocios. Y él me llevó, de una u otra forma, a predicar su evangelio.

Por lo tanto, este es un día memorable. Yo estoy intentando un poco aquello que él deseó, y todos ustedes me están ayudando. Así que tengo que agradecerles más. Ustedes son, en realidad, representantes de mi Guru Maharaja (Prabhupada comienza a llorar), porque ustedes me están ayudando a ejecutar la orden de mi Guru Maharaja. Muchas gracias.

 

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