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Shivarama Swami

El fenómeno de transformar algo material a espiritual es extraordinario, y es algo con lo que se involucran cada día los devotos cuando ofrecen sus alimentos a Krishna.

El fenómeno de transformar algo material a espiritual es extraordinario, y es algo con lo que se involucran los devotos cada día cuando ofrecen sus alimentos a Krishna (incluso varias veces al día). Esto ocurre cuando el alimento se convierte en prasada, o alimento santificado por el Señor.

Cuando estaba comenzando mi vida de devoto en Montreal, organizamos un pequeño evento en el campus de la Universidad de McGill. El panfleto del programa decía: «Vea cómo la materia se transforma en espíritu delante de sus propios ojos». Sin duda alguna, este título hizo que muchas personas se sintieran interesadas.

Durante el programa, el presidente del templo anunciaba cada evento, y finalmente anunció lo más esperado: «Bueno, finalmente llegó el momento que todos están esperando. Ahora verán lo espiritual manifestarse ante sus propios ojos».

Los estudiantes estaban sentados en los bordes de sus asientos. Trajeron el plato de alimentos sin ofrecer, que era el banquete que se iba a ofrecer ese día, y lo colocaron ante una figura de Pancha-tattva (el Señor Chaitanya y Sus cuatro compañeros principales). Entonces, un devoto prestó reverencias, tocó la campanilla y recitó algunos mantras.

Finalmente, se puso de pie y proclamó ante la audiencia: «¡Ahí está! Trajimos comida común, y ahora se ha transformado en sustancia espiritual».

Y antes de que cualquier persona pudiera desafiarle, dijo: «Podrán comprobarlo cuando coman y constaten el efecto que tiene ese alimento».

Tal como dijo Krishna, pratyakshavagamam dharmyam: «El principio de la religión se entiende mediante la experiencia directa» (Bhagavad-gita 9.2), y en este caso concreto, a través de saborear el alimento. Aquellos que ya han probado krishna-prasada saben que tiene un poder extraordinario, y comerlo es bastante diferente a comer alimentos que no se han ofrecido al Señor con amor y devoción.

Así pues, ¿cuándo se convierte en prasada el alimento? Ciertamente al ofrecerlo. Pero para que una ofrenda sea exitosa, ha de ser aceptada. Cuando Krishna acepta el alimento que le ofrecemos, este se convierte en prasada. La palabra prasada significa «misericordia», y en el Bhagavad-gita (2.65), el Señor Krishna dice que prasade sarva-duhkhanam hanir asyopajayate: «Obtener la misericordia sin causa del Señor destruye los sufrimientos de la existencia material». De esa manera, cuando comemos (u honramos, como solemos decir) prasada, sentimos una gran alegría. El prasada destruye los resultados de nuestras actividades pecaminosas pasadas. Rupa Gosvami dice que el prasada hace que nos sintamos «muy auspiciosos».

¿Y qué es lo que se está aceptando realmente? ¿La comida en sí? Krishna dice en el Bhagavad-gita (9.26):

patram pushpam phalam toyam
yo me bhaktya prayacchati
tad aham bhakty-upahritam
ashnami prayatatmanah

«Si alguien Me ofrece con amor y devoción una hoja, una flor, una fruta o agua, Yo la aceptaré». Él dice: «Yo acepto bhakti». Puedes ofrecer una hoja, una flor, una fruta, leche o alimentos fritos en mantequilla clarificada, pero es la devoción lo que llevará esas ofrendas hasta Krishna, y la devoción también es lo que hará que Krishna se sienta inclinado a aceptarlas. El Sri Ishopanishad (mantra 5) dice tad dure tad v antike. Aunque Krishna esté muy lejos, Él también está muy cerca. Así pues, donde quiera que estemos, al ofrecer algo a Krishna, la devoción acercará a Krishna directamente hasta nosotros. De todas formas, debemos reconocer que no todas las ofrendas están al mismo nivel: dependen de la naturaleza del devoto. Aunque existan varias formas de clasificar a los devotos, en este caso podemos considerar tres tipos: devotos con intereses propios, devotos puros y devotos saturados de amor. Consecuentemente, sus ofrendas encajan en una de estas tres categorías.

La ofrenda motivada

Una ofrenda es motivada cuando se le ofrece algo a Krishna con la idea de recibir algún beneficio material como consecuencia, como por ejemplo, la liberación del sufrimiento material: «Si le ofrezco esto a Krishna, tendré prosperidad, salud, mis hijos conseguirán buenas esposas», y así sucesivamente. O tal vez alguien quiera librarse del sufrimiento o recuperarse de alguna enfermedad –a esto se le llama ofrenda motivada–. Pero incluso este tipo de ofrenda se puede realizar de dos maneras. Si se realiza a través del guru-parampara, la sucesión de maestros espirituales, entonces Krishna la acepta, porque los devotos puros son muy misericordiosos y, para elevar a los devotos con intereses, imploran a Krishna que acepte sus ofrendas. En otras palabras, la pureza de los devotos del guru-parampara es lo que transforma la ofrenda impura en una ofrenda pura. Si una persona que está en esta categoría simplemente hace una ofrenda de manera caprichosa, y no a través del guru-parampara, entonces esta ofrenda no se vuelve prasada. Aun así, semejante ofrenda tiene valor en el sentido de que la persona está pensando: «Por lo menos se lo he ofrecido a Krishna».

Claro que pensar en Krishna siempre es benéfico. Akama, sarva-kama, moksha-kama: sin ningún deseo material, lleno de deseos materiales o deseando la liberación –en todos estos casos–, quien se acuerda de Krishna se purifica gradualmente. Sin embargo, a no ser que Krishna exhiba alguna misericordia excepcional, Él no acepta el alimento ofrecido con deseos egoístas. Yasya prasadan na gatih kuto ’pi: «Sin la gracia del maestro espiritual no se puede hacer ningún avance» (Guru astaka 8). Krishna no acepta ninguna ofrenda, a no ser que venga a través del guru-parampara.

Los devotos de la congregación y los devotos nuevos en general que no han sido iniciados, pero que ofrecen sus alimentos, suelen preguntarse: ¿nuestras ofrendas ya son prasada o aún no? Para responder a esa pregunta, tenemos que considerar el alcance de la sucesión discipular. La sucesión discipular no se limita a los devotos iniciados. Si alguien recibe la instrucción de un vaishnava autorizado para ofrecer el alimento, entonces Krishna aceptará la ofrenda. Krishna no rechaza el acercamiento sincero de tales personas, porque ellas están aceptando al guru-parampara, aunque todavía no hayan pasado por el proceso de diksha.

La ofrenda pura

El segundo tipo de ofrenda es la ofrenda pura, que es la que se ofrece para satisfacer a Krishna. El devoto no tiene ninguna motivación egoísta: solo quiere satisfacer al Señor. Ofrece el alimento ante fotos, Deidades o shalagrama-shilas en su casa. Y en el templo, los pujaris con un corazón purificado intentan satisfacer a Gaura-Nitai y Radha-Krishna. No obstante, incluso en esta categoría hay dos tipos de ofrendas: la regulada y la espontánea. Las ofrendas reguladas se realizan como un deber, siguiendo todas las reglas y regulaciones. En el segundo tipo, el devoto también hace todo según las reglas, pero la ofrenda se realiza debido a un apego espontáneo por el Señor. Este devoto ya tiene cierto nivel de afecto por Krishna, y no trabaja más con la idea de obligación: «Voy a hacerlo porque así lo instruyen las Escrituras y mi guru». Claro está que por realizar las actividades recomendadas por guru y shastra, la atracción natural de los devotos por Krishna se revive, para que finalmente puedan ejecutar servicio devocional espontáneo con afecto. Este afecto es un poco diferente del amor maduro, el amor espiritual, pero es genuino. De todas formas, ambas ofrendas se deber realizar a través del guru-parampara.

El prasada también es diferente en esta categoría. Cuando ofrecemos algo a Krishna por cuestión de deber, Él lo acepta por una cuestión de deber. Él se siente en el deber de aceptarlo. En el Bhagavad-gita (3.24), Krishna dice: «Si yo no ejecutara deberes prescritos, todos estos mundos se irían a la ruina». Krishna actúa por una cuestión de deber. Pero Krishna considera que, entre todos los devotos que se han rendido a Él, aquel que le ofrece todo con amor y devoción es el más querido. Por eso, Krishna les corresponde en la misma medida: Él responde con amor afectuoso.

Naturalmente, surge una pregunta: ¿Existen diferentes categorías de prasada? Y la respuesta es sí. Krishna dice que ye yatha mam prapadyante tams tathaiva bhajamyaham: «En la medida en que todos ellos se entregan a Mí, Yo los recompenso» (Bhagavad-gita 4.11). La ofrenda se convierte en prasada según la intensidad de la devoción de quien la prepara. Es interesante notar que la habilidad de experimentar prasada también depende de la habilidad que tenga la persona para ofrecer prasada. En otras palabras, los devotos experimentan la naturaleza espiritual del prasada con la misma intensidad con la que manifiestan devoción durante la ofrenda.

La ofrenda de amor puro

El tercer tipo de ofrenda es aquella que se realiza con amor puro. Cuando los devotos llegan al nivel de devoción amorosa, Krishna acepta la ofrenda directamente de sus manos y les corresponde con amor. La devoción amorosa es aquella que exhiben los compañeros eternos de Krishna en el mundo espiritual, donde Él se ocupa directamente de experimentar todas las variedades de amor que Le ofrecen Sus devotos.

Entonces, ¿cuál es la diferencia? ¿Y cómo se convierte el alimento en espiritual? La comida parece ser la misma antes y después de ofrecerla, pero lo que ocurre en realidad es que Krishna corresponde la devoción de Sus devotos manifestando Su svarupa-shakti, o Su daivi-prakriti, Su potencia espiritual interna, en la intensidad en la que el devoto lo permita. «Permitir» en el sentido de ser en la intensidad que el devoto desee, o en la intensidad que él manifieste el servicio devocional. Cuando Chaitanya Mahaprabhu estaba en Jagannatha Puri y probó jagannatha-prasada, se sintió afectado por el extasiante sabor del prasada. Él glorificó el prasada, y pudo experimentar la saliva de Krishna mezclada en el alimento. Entonces comenzó a glorificar el efecto de tocar los labios de Krishna.

Eso es lo que ocurre cuando alguien con devoción amorosa experimenta el alimento que se ha ofrecido al Señor. Y en este caso, sin duda alguna, la habilidad de Chaitanya Mahaprabhu en honrar prasada excedió la devoción de los brahmanas que ofrecieron el alimento originalmente al Señor Jagannatha. En cualquier caso, prasada siempre es la potencia interna de Krishna. Ella no es diferente de Krishna, y es dinámica. Un devoto saturado de amor puede probar más potencia espiritual al honrar prasada de la que había cuando el pujari ofreció el alimento.

Consideremos los ejemplos de Prahlada Maharaja y Mirabai: a ambos se les dio de beber veneno, pero como ofrecieron el alimento envenenado con gran amor y devoción al Señor, el veneno se convirtió en néctar y no tuvo ningún efecto negativo. ¿Por qué? Porque tanto la comida venenosa como la comida nutritiva son parte de la relatividad del mundo material. Sin embargo, cuando ofrecemos algo a Krishna con amor, Krishna manifiesta Su potencia sac-cid-ananda en aquel alimento. De esa forma, el veneno se convierte en prasada tanto como las samosas con lassi de maracuyá.

Ofreciendo nuestras vidas

De todos modos, no debemos pensar que el alimento es lo único que podemos ofrecer a Krishna. Los devotos hacen de sus vidas una ofrenda:

yat karoshi yad ashnasi
yaj juhoshi dadasi yat
yat tapasyasi kaunteya
tat kurushva mad-arpanam

Krishna está diciendo: «Todo lo que hagas, todo lo que comas, todo lo que ofrezcas o regales, y todas las austeridades que realizes, hazlo, ¡oh, hijo de Kunti!, como una ofrenda a Mí» (Bhagavad-gita 9.27). De hecho, cada inhalación o exhalación del devoto es una ofrenda: cuando los devotos duermen para mantener los cuerpos que usan para servir a Krishna, es una ofrenda al Señor; cuando se alimentan para mantener sus cuerpos saludables para servir a Krishna, es una ofrenda; cuando reciben algo (comida, jabón, dinero) lo usan todo para Krishna como una ofrenda a Él. En Nueva Vraja Dhama (la comunidad rural de los devotos en Hungría), todo lo que los devotos adquieren o reciben, primero lo ofrecen delante del altar de Radha-Shyamasundara, las Deidades regentes. De esa forma, la práctica de ofrecer todo a Krishna se vuelve natural.

Nosotros tenemos que aprender a ofrecer todo. Cuando nos levantamos temprano por la mañana, lo primero que hacemos es ofrecer oraciones al Señor. No cantamos Hare Krishna para entretenernos, si no como una ofrenda para glorificar a Krishna. Cuando alguien vive de esta manera, el acto formal de la ofrenda se vuelve innecesario (aunque el devoto lo siga haciendo para dar ejemplo), ya que siempre está absorto en hacer todo para satisfacer a Krishna. Por lo tanto, yo me bhaktya prayacchati: bhakti ya existe, y Krishna está muy ansioso por recibirlo. De hecho, Krishna siempre está junto a Sus devotos para aceptar su servicio devocional amoroso en cualquier hora del día y en cualquier lugar.

En última instancia, esto es a lo que aspiramos, y esto es lo que los devotos puros hacen: viven para Krishna, y por eso todo lo que hacen se vuelve consciente de Krishna, se vuelve prasada. Los pastorcillos de vacas simplemente se sientan junto a Krishna y comen lo que hay en sus bolsas –ellos no necesitan ofrecerlo a Krishna–. Cuando ofrecen algo a Krishna, sencillamente lo sacan de sus bolsas y lo colocan directamente en la boca de Krishna. O entonces se comen la mitad de una bolita dulce, y entonces dicen: «¡Uau! ¡Mira, Krishna! ¡Esta bolita está deliciosa!», y colocan el resto en la boca de Krishna. Yo me bhaktya prayacchati: este es su amor. La formalidad y el aspecto técnico de la ofrenda no son más relevantes, porque lo que realmente quiere Krishna es el amor y la devoción. Esto es lo que le interesa realmente. Si madre Yashoda Le ofrece leche de sus senos, las gopis Le ofrecen sus cuerpos, las vacas su leche o si los pastorcillos luchan y se suben a Su espalda, todo eso se convierte en prasada, porque todo es una ofrenda amorosa.

Así pues, nuestro deber en la conciencia de Krishna es vivir en este mundo de prasada y, por consecuencia, convertirnos a nosotros mismos en prasada. Esta es la conclusión de Krishna en el Bhagavad-gita (4.24) cuando dice que brahmarpanam brahma havir brahmagnau brahmana hutam: «Una persona que está plenamente absorta en el estado de conciencia de Krishna es seguro que llegará al reino espiritual». Si estamos pensando en ofrecer todo a Krishna, si nuestras actividades físicas son una ofrenda a Krishna, si nuestras palabras son una ofrenda a Krishna, entonces, finalmente, nos convertiremos en una ofrenda a Krishna. Nos convertiremos en prasada. Y Krishna siempre está ansioso por probar los dulces matices de nuestras ofrendas amorosas.

 

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No hay comentarios

  1. La esencia del alimento es divina, al ofrecerse de una manera sencilla y que Dios reconozca en Su amor, los devotos deseamos liberación, salud, justicia, nos estamos entrenado con estudio, para servir a otros que incluso no vemos o mas nunca veremos, pero están allí en el Guru, otros vienen a entrenarse y vamos a darles clínicas con «afecto» en el alimento. Lo contrario a el prasada no puede alimentarnos para esto que es tan grande y profundo.

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