A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada
Sin conciencia de Krishna, las ventajas materiales como riqueza, sabiduría y belleza, pueden volverse en nuestra contra y perjudicar nuestro destino.
Una vez, los pastores de vacas de Vrindavana, encabezados por Nanda Maharaja, desearon ir a Ambikavana para ejecutar la ceremonia Shivaratri. El rasa-lila se llevó a cabo durante el otoño, y, después de eso, la siguiente gran ceremonia es Holi, o la ceremonia Dolayatra. Entre la ceremonia Dolayatra y la ceremonia rasa-lila hay una ceremonia importante llamada Shivaratri, la cual observan especialmente los shivaístas, o devotos del Señor Shiva. Pero algunas veces los vaishnavas también observan esta ceremonia, debido a que consideran al Señor Shiva el más eminente de los vaishnavas. Pero la función de Shivaratri no la observan muy regularmente los bhaktas o devotos de Krishna. Debido a las circunstancias, se afirma en el Srimad-Bhagavatam que los pastores, encabezados por Nanda Maharaja, «una vez desearon realizarla». Eso significa que ellos generalmente no observan la función Shivaratri, pero que una vez desearon ir a Ambikavana por curiosidad.
Ellos empezaron a adorar a las deidades del Señor Shiva y de Ambika con mucha devoción. Es una costumbre general que, dondequiera que haya un templo del Señor Shiva, también debe haber un templo de Ambika (o Durga), debido a que Ambika es la esposa del Señor Shiva y es la más excelsa de las mujeres castas. Ella no vive lejos de la compañía de su esposo. Después de llegar a Ambikavana, los pastores de vacas de Vrindavana se bañaron primero en el río Sarasvati. Si uno va a cualquier lugar de peregrinación, su primer deber es bañarse y, algunas veces, afeitarse la cabeza. Ese es el primer deber. Después de bañarse, adoraron las deidades, y luego distribuyeron caridad en los lugares santos.
Los pastores de vacas, encabezados por Nanda Maharaja, pasaron esa noche en la ribera del río Sarasvati. Ellos ayunaron todo el día y tomaron un poco de agua en la noche. Pero mientras estaban descansando, una gran serpiente del bosque cercano apareció ante ellos y con mucha hambre empezó a tragarse a Nanda Maharaja. Nanda comenzó a gritar sin poder hacer nada más: «¡Mi querido hijo, Krishna, por favor, ven y sálvame de este peligro! ¡Esta serpiente me está tragando!». Cuando Nanda Maharaja gritó pidiendo ayuda, todos los pastores se levantaron y vieron lo que estaba sucediendo. Inmediatamente agarraron leños ardientes y empezaron a golpear a la serpiente para matarla. Pero a pesar de ser golpeada por leños ardientes, la serpiente no dejaba de tragarse a Nanda Maharaja.
En ese momento, Krishna apareció en la escena y tocó a la serpiente con Sus pies de loto. De inmediato, al ser tocada por los pies de loto de Krishna, la serpiente mudó su cuerpo de reptil y apareció como un hermosísimo semidiós llamado Vidyadhara. Sus características corporales eran tan hermosas que parecía ser digno de adoración. Había un brillo y una refulgencia que emanaban de su cuerpo, y estaba enguirnaldado con un collar de oro. Él le ofreció reverencias al Señor Krishna y se paró ante Él con gran humildad. Krishna le preguntó entonces al semidiós: «Tú pareces ser un bello semidiós y pareces haber sido favorecido por la diosa de la fortuna. ¿Cómo es posible que hayas ejecutado actividades tan abominables, y cómo obtuviste el cuerpo de una serpiente?». El semidiós empezó a narrar entonces la historia de su vida anterior.
«Mi querido Señor —dijo él—, en mi vida anterior me llamaba Vidyadhara, y era conocido en el mundo entero por mi belleza. Debido a que yo era una personalidad célebre, solía viajar por todas partes en mi avión. Mientras viajaba, vi a un gran sabio llamado Angira. Él era muy feo, y como yo estaba muy orgulloso de mi belleza, me reí de él. A causa de esta acción pecaminosa, fui condenado por el gran sabio a asumir la forma de una serpiente».
Se debe notar aquí que, antes de que una persona sea favorecida por Krishna, está siempre bajo el control de las tres modalidades de la naturaleza material, por muy elevada que pueda ser materialmente. Vidyadhara era un semidiós muy elevado materialmente y era muy hermoso. Además, tenía una gran posición material y podía viajar por todas partes en avión. Aun así, él fue condenado a convertirse en una serpiente en su vida siguiente. Cualquier persona elevada materialmente puede ser condenada a una especie abominable de vida si no es cuidadosa. Es un concepto erróneo pensar que después de alcanzar el cuerpo humano uno nunca se degrada. Vidyadhara mismo afirma que, aun a pesar de que él era un semidiós, fue condenado a convertirse en una serpiente. Pero, debido a que lo tocaron los pies de loto de Krishna, inmediatamente llegó al estado de conciencia de Krishna. Sin embargo, admitió que en su vida previa había sido de hecho pecaminoso. Una persona consciente de Krishna sabe que siempre es el sirviente del sirviente de Krishna; que es de lo más insignificante, y que cualquier bien que haga lo hace por la gracia de Krishna y del maestro espiritual.
El semidiós Vidyadhara continuó hablándole a Sri Krishna. «Debido a que yo estaba muy orgulloso de la exquisita belleza de mi cuerpo —dijo él—, me burlé de los feos rasgos del gran sabio Angira. Él me maldijo por mi pecado y me convertí en una serpiente. Ahora considero que esta maldición del sabio no fue en absoluto una maldición; fue una gran bendición para mí. Si él no me hubiera maldecido, yo no habría asumido el cuerpo de una serpiente y no me habrían pisado Tus pies de loto, por lo cual no me habría liberado así de toda la contaminación material».
En la existencia material hay cuatro cosas que son muy valiosas: nacer en una familia decente, ser muy rico, ser muy erudito y ser muy bello. Estos se consideran bienes materiales. Desafortunadamente, sin conciencia de Krishna, estas ventajas materiales algunas veces se convierten en fuentes de pecado y degradación. A pesar de que Vidyadhara era un semidiós y tenía un cuerpo hermoso, a causa de su orgullo fue condenado a tener el cuerpo de una serpiente. A la serpiente se le considera la entidad viviente más cruel y envidiosa que existe, pero aquellos que no son seres humanos y que envidian a los demás, se considera que son aún más viciosos que las serpientes. La serpiente puede ser subyugada o controlada mediante hierbas y mantras de encantamiento, pero a una persona envidiosa no la puede controlar nadie.
«Mi querido Señor —continuó Vidyadhara—, ahora, puesto que creo que he sido liberado de todo tipo de actividades pecaminosas, quiero pedir Tu permiso para regresar a mi morada, el planeta celestial». Esta petición indica que las personas que están apegadas a las actividades fruitivas, deseando una promoción a las comodidades de los sistemas planetarios elevados, no pueden alcanzar la máxima meta que tienen en la vida sin la sanción de la Suprema Personalidad de Dios. También se afirma en el Bhagavad-gita que la gente poco inteligente quiere alcanzar los beneficios materiales y, por lo tanto, adora a distintas clases de semidioses, pero que ellos realmente obtienen la bendición de los semidioses mediante el permiso del Señor Vishnu, o Krishna. Los semidioses no tienen ningún poder para obtener beneficio material. Aún si se está apegado a la bendición material, se puede adorar a Krishna, la Suprema Personalidad de Dios, y orarle a Él. Krishna es completamente capaz de dar incluso una bendición material. Sin embargo, existe una diferencia entre pedirle bendiciones materiales a los semidioses y pedírselas a Krishna. Dhruva Maharaja adoró a la Suprema Personalidad de Dios para obtener beneficios materiales pero, cuando realmente obtuvo el favor del Señor Supremo y lo vio, quedó tan satisfecho que rehusó aceptar cualquier bendición material que se le fuera a dar. La persona inteligente ni adora ni les pide favores a los semidioses; directamente se vuelve consciente de Krishna y, si tienen algún deseo de beneficios materiales, le ora a Krishna, no a los semidioses.
Vidyadhara, esperando el permiso de Krishna para regresar a los planetas celestiales, dijo: «Ahora, porque me han tocado Tus pies de loto, me he librado de todo tipo de angustias materiales. Tú eres el más poderoso de todos los místicos. Tú eres la Suprema Personalidad de Dios original. Tú eres el amo de todos los devotos, Tú eres el que abastece a todos los sistemas planetarios y, por consiguiente, yo pido Tu permiso. Puedes aceptarme como alguien completamente rendido a Ti. Yo sé muy bien que las personas que se dedican constantemente a cantar Tu santo nombre, obtienen la liberación de todas las reacciones pecaminosas, y ciertamente se liberan las personas que han sido lo suficientemente afortunadas como para ser tocadas personalmente por Tus pies de loto. Por consiguiente, estoy seguro de que ahora me he librado de la maldición del brahmana, simplemente al tocarme con Tus pies de loto».
De esa manera, Vidyadhara obtuvo el permiso del Señor Krishna para regresar a Su hogar, situado en el sistema planetario superior. Después de recibir este honor, empezó a dar vueltas alrededor del Señor; y después de ofrecerle sus reverencias respetuosas, regresó a su planeta celestial. Así, Nanda Maharaja también se libró del peligro inminente de que la serpiente lo devorara.
Los pastores de vacas, que habían ido a ejecutar la ceremonia ritual de adorar al Señor Shiva y a Ambika, terminaron sus asuntos y se prepararon para regresar a Vrindavana. Mientras regresaban, recordaron las maravillosas actividades de Krishna. Por relatar el incidente de la liberación de Vidyadhara se apegaron más a Krishna. Ellos habían ido a adorar al Señor Shiva y a Ambika, pero se habían apegado más y más a Krishna. De forma similar, las gopis también adoraron a la diosa Katyayani para apegarse más y más a Krishna. En el Bhagavad-gita se afirma que las personas que están apegadas a adorar a semidioses tales como el Señor Brahma, Shiva, Indra y Chandra, con el fin de obtener algún beneficio personal, son poco inteligentes y han olvidado el verdadero propósito de la vida. Pero los pastores de vacas que habitaban en Vrindavana no eran hombres ordinarios. Todo lo que hacían lo hacían por Krishna. Si se adora a semidioses tales como el Señor Shiva y el Señor Brahma para apegarse más a Krishna, eso se aprueba. Pero si uno se dirige a los semidioses para obtener algún beneficio material personal, eso se condena.