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Lokanatha Swami

Guerras y actividades piadosas frecuentemente fueron de la mano en este antiguo campo al norte de India.

Kurukshetra, a unos cientos de kilómetros al norte de Nueva Delhi, es conocido principalmente como el lugar donde se llevó a cabo la gran batalla del Mahabarata, y donde Krishna habló el Bhagavad-gita. No obstante, mucho antes que ocurrieran esos eventos, Kurukshetra tuvo un papel predominante en la historia y la cultura de la antigua India. Durante miles de años, fue el eje alrededor del cual giró la civilización védica en su máximo esplendor. La importancia religiosa de Kurukshetra se describe en muchas Escrituras, como el Bhagavad-gita, elMahabharata y varios Upanishads y Puranas. Las Escrituras lo describen como un lugar de meditación y una de las residencias de los semidioses. La atmósfera de Kurukshetra continúa dominada por el canto de los himnos védicos, especialmente el Bhagavad-gita.

El primer verso del Bhagavad-gita nombra Kurukshetra como dharma-kshetra, o “el campo del dharma”, indicando que ya era conocido como un lugar sagrado. Hoy en día, hay muchos templos antiguos y lagos sagrados en Kurukshetra, un área de aproximadamente cientos de kilómetros cuadrados, situado entre los ríos sagrados Sarasvati y Drisadvati, en el estado de Haryana.

El gran rey Kuru

Antiguamente, Kurukshetra era conocido como Brahmakshetra, Brighukshetra, Aryavarta y Samanta Panchaka. Más tarde llegó a ser conocido como Kurukshetra debido al trabajo del rey Kuru.

El Mahabharata describe que el rey Kuru, un prominente ancestro de los Pandavas, convirtió aquella tierra en un gran centro de cultura espiritual. El rey Kuru visitó el lugar en su cuadriga de oro, y usó el oro del vehículo para construir un arado. Entonces, pidió prestado el toro del Señor Shiva y el búfalo de Yamaraja, y comenzó a arar el suelo. El Señor Indra se acercó y le preguntó a Kuru qué estaba haciendo; éste le respondió que estaba preparando la tierra para plantar ocho virtudes religiosas: verdad, yoga, gentileza, pureza, caridad, perdón, austeridad y celibato.

Indra le ofreció una dádiva al rey, y Kuru le pidió que aquella tierra permaneciera eternamente como un lugar de peregrinación, incluso después de su partida, y que cualquiera que muriera allí fuera al cielo, independientemente de sus pecados y virtudes. Indra se echó a reír al escuchar ese pedido.

El intrépido rey Kuru ejecutó grandes penitencias y continuó arando. Gradualmente, Indra comenzó a reconsiderar su pedido, pero los demás semidioses no estaban tan seguros. Ellos decían que la persona que moría sin realizar sacrificios no merecía entrar en el cielo. Finalmente, Kuru e Indra llegaron a un acuerdo: Indra aceptaría en el cielo a cualquier persona que muriera ejecutando penitencias allí. De esa forma, Kurukshetra se volvió tanto un campo de batalla como una tierra piadosa.

La batalla del Mahabharata

Cuando los Pandavas reclamaron a Dhritarastra y sus hijos, los Kauravas, su parte legítima del reino de Pandu, recibieron el bosque Khandava, al sur del reino de Kuru. Allí construyeron una ciudad magnífica llamada Indraprastha, donde está Delhi hoy en día. Los Kauravas mantuvieron Hastinapura, al norte de Delhi, como su capital.

Más tarde, los Pandavas tuvieron que partir al exilio durante trece años, después de que Yudhistira fuera derrotado en un juego de dados. Tras cumplir el exilio, los Pandavas exigieron que se les devolviera su reino. Como representante de los Pandavas, el Señor Krishna fue hasta Duryodhana, el Kaurava de más edad, y le pidió humildemente cinco ciudades para los cinco Pandavas. Sin embargo, el orgulloso Duryodhana se negó a conceder ninguna tierra. “No les daré ni la tierra que cabe en la punta de un alfiler”, dijo.

De esa forma, la guerra se volvió inevitable, y los Kauravas y los Pandavas decidieron luchar en Kurukshetra, porque allí había agua en abundancia, mucho espacio y estaba deshabitado.

Los Pandavas ganaron la batalla de Kurukshetra, que sólo duró dieciocho días.

El nacimiento del Gita

La batalla de Kurukshetra comenzó el día de Mokshada Ekadashi (ekadashi es el décimo primer día tanto de la Luna creciente como de la Luna menguante, ymokshada significa “aquel que concede la liberación”). Aquel día, Krishna iluminó a Arjuna con el conocimiento del Bhagavad-gita, y lo liberó. Hoy en día, esa fecha se considera el aniversario del Bhagavad-gita, y cada año se realiza un homenaje alGita en Kurukshetra y en otros lugares de India.

Cada año, el gobierno organiza el gran festival de Jyotisar, el lugar donde se pronunció el Gita, y los ministros y gobernadores participan del evento. Esta celebración coincide con la época del maratón anual de ISKCON de distribución de libros de Prabhupada, época en la que los devotos distribuyen cientos y miles de copias del Bhagavad-gita tal como es, de Srila Prabhupada, en India y el mundo entero.

Kurukshetra y el Ratha-yatra

Cierta ocasión, cuando Krishna se preparaba para ir a Kurukshetra durante un eclipse solar, Él invitó a las gopis (pastorcillas) y a otros residentes de Vrindavana para que se encontraran con Él en Kurukshetra. Cuando dejó Vrindavana en Su juventud, Krishna prometió volver en breve. Pero Él estuvo lejos durante mucho tiempo (alrededor de cien años), así que motivados por un intenso amor espiritual, los residentes de Vrindavana siempre sentían un gran anhelo trascendental y un deseo extático de volver a verlo.

Los residentes de Dvaraka (la ciudad majestuosa) llegaron a Kurukshetra en opulentas cuadrigas; los residentes de Vrindavana (una simple aldea de pastores), llegaron en carros tirados por bueyes. Como las familias de Vrindavana y Dvaraka compartían parentesco, fue un encuentro muy placentero.

De todos los residentes de Vrindavana, la líder de las gopis, Srimati Radharani, era la que más había sentido el dolor de estar separada de Krishna. Ella y otras gopisestaban determinadas a llevar a Krishna de vuelta a Vrindavana. Esta es la historia esotérica que hay tras el festival conocido como Ratha Yatra, la reciprocidad amorosa entre Krishna y las gopis en Kurukshetra. Por eso, siempre que los devotos Hare Krishna realizan festivales Ratha-yatra en cualquier ciudad del mundo, en realidad están proclamando las eternas glorias de Kurukshetra.

 

 

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