Jayapataka Swami
(Extracto de la clase dada el 21 de agosto de 2010)

Durante el festival de Jhulana Yatra tenemos la oportunidad de columpiar a la Deidad todos los días y realizar un poco de servicio personal. ¡Incluso el propio Señor Krishna observa el festival de Jhulan Yatra y lo disfruta mucho!

En India, este festival se realiza durante la estación de las lluvias, y como durante esta época el ambiente está un poco húmedo y pegajoso, columpiamos a Radha y Krishna para que tengan un poco de brisa. El Jhulana Yatra se observa en diferentes partes de Vrindavana: algunos lo realizan durante trece días, otros durante cuatro, y de acuerdo a la instrucción de Srila Prabhupada, nosotros comenzamos cinco días antes del Purnima. Es una oportunidad perfecta para realizar un poco de seva personal a las Deidades.

Radharani fue a ver a Sus padres durante la época de Jhulana Yatra. Su padre es el rey del monte Varsana y Su madre es la reina, por eso Ella se llama Vrisabhanu y Kirtida. La suegra de Radharani, Jotila, le dijo: “No, no deberías ir”. Radharani comenzó a llorar: “Quiero ver a Mi padre y a Mi madre”. Su padre le había enviado algunos regalos, así que Ella le dio algunos a Jotila. Jotila se alegró de recibirlos y entonces accedió: “Está bien, puedes ir pero unos pocos días. ¡Y ten cuidado con el joven de rostro oscuro de Nandagram, Krishna! Siempre crea problemas, ten cuidado”. Vrisabhanu Maharaja y Kirtida enviaron a Sridama, el hermano de Radharani, para que fuera a buscarla. Sus padres la recibieron con un abrazo y Ella se sintió muy feliz de verlos.

Entonces Radharani fue a columpiarse sola y de alguna forma, Krishna consiguió esconderse. Él empezó a empujar muy fuerte el columpio y ante el peligro, Ella se refugió en Krishna. Radharani gritó: “¡Krishna! ¡Krishna, sálvame!”. Entonces Krishna se sentó a Su lado y Ella lo abrazó. A Krishna le gusta ese festival porque Radharani lo abraza por voluntad propia. De lo contrario, Él tiene que usar muchos trucos para conseguir que Ella lo abrace. Pero en este festival Ella lo abraza por voluntad propia.

En este festival tenemos la oportunidad de columpiar a la Deidad todos los días y realizar un poco de servicio personal. De otra forma, podemos ver a la Deidad pero tal vez no podamos realizar un servicio para Ellas, tan sólo los pujaris pueden. En Jhulana Yatra podemos columpiar a las Deidades, ¿no estáis felices de poder hacer este servicio? ¡Haribol! No importa si estáis iniciados o no, si sois mujeres u hombres, jóvenes o mayores, todos tenemos la oportunidad de columpiar a las Deidades.

Un año llevé al grupo de safari a Vrindavana, y cuando llegamos a Varsana no pudimos continuar. Nos sentimos muy bendecidos por tener que pasar dos días allí. Nos quedamos un día en el pueblo de Citra Devi y el líder de la villa nos ofreció personalmente suero de leche. Los monos también vinieron e hicieron cola para beber suero de leche. Entonces fuimos a tomar darsana del Krishna-kunda y después fuimos al templo donde Radha y Krishna realizan la danza del pavo real. Se dice que este cuadro fue pintado cuatrocientos años atrás por un artista ciego. No dejan que nadie saque fotos, pero pudimos escuchar el pasatiempo. Radharani y las gopis estaban viendo cómo danzaba un pavo real y Krishna les dijo: “¿No me estáis mirando? ¿No vais a mirarme? ¡Estáis mirando a un pavo real!”. “El pavo real está bailando. Tú no”, le respondieron. Entonces Krishna comenzó a bailar con el pavo real y Radharani le dijo: “Está bien, puedo ver como bailas pero el pavo real lo hace mejor”. Krishna volvió a bailar y preguntó: “¿Y cómo lo he hecho ahora?”. Radharani le contestó: “Bueno, lo has hecho mejor pero el pavo real continúa siendo mejor que Tú”. Entonces Krishna volvió a bailar, y esta vez lo hizo tan bien que Radharani se unió a Él en la danza. Ella representó a un pavo real hembra y Él bailó como un pavo real macho.

Después fuimos al bosque. Se dice que quien construye allí una casa vivirá eternamente en aquel lugar, entonces construimos una pequeña casa. Había una casa y nos contaron que a veces Radharani se quedaba en ella. También nos contaron que una vez había un brahmana que quería desposar a su hija pero no tenía dinero para la dote. Entonces Krishna le dijo: “Yo sólo soy un pobre vaquerito, no tengo nada. Lo único que tengo es a Radharani, así que puedes quedártela”. Todas las gopis exclamaron: “¡Oh, no! ¿Cómo puedes entregar a Radharani?”. “Bueno”, dijo Krishna, “podéis tenerla de vuelta si pagáis su peso en oro”. Entonces pusieron a Radharani en el extremo de una balanza y todas lasgopis comenzaron a sacarse sus pulseras de oro. Pusieron oro hasta que el extremo de Radharani se elevó, y entonces Krishna le dijo al brahmana: “Puedes quedarte todo este oro”.

El propio Señor Krishna observa el festival de Jhulan Yatra y lo disfruta mucho. Y nosotros tenemos la oportunidad de columpiar al Señor y a Radharani cada año. En el movimiento para la conciencia de Krishna obtenemos muchas oportunidades para realizar algún servicio personal al Señor. Esto se llama bhakti-yoga: podemos cantar japa, hacer guirnaldas, cocinar para el Señor, vestirlo, bañarlo. En este proceso de bhakti-yoga ocupamos nuestros sentidos en servir al Señor, el maestro de los sentidos.

 

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