Mahatma Das

Ser responsable significa saber responder a un problema con una solución, en vez de un reproche.

Cuando aceptamos más responsabilidad en nuestras vidas nos volvemos más exitosos. Aunque aceptar la responsabilidad por nuestras acciones en el pasado, el presente y el futuro parezca una carga, al hacerlo en realidad obtenemos libertad y paz interior. ¿Cómo es posible? Cuando nos responsabilizamos de nuestras acciones, dejamos de culpar a los demás por nuestras desgracias o felicidad. En lugar de explicar por qué no podemos hacer algo, nos concentramos en lo que sí podemos hacer.

En el pasado, muchos devotos abandonaron el movimiento debido a diversos incidentes que ocurrieron en ISKCON. Naturalmente, muchos de los que continuaron en el movimiento se sintieron desalentados, y gran parte de su energía se centraba en pensar en lo mal que iban las cosas. Una actitud más responsable habría sido enfocarse en aquello que ayudaría a mejorar las cosas. Tal como dijo un presidente americano: «Haz lo que puedas, con lo que tengas, estés donde estés».

Después de reconocer los efectos perniciosos del reproche y las quejas, una iglesia realizó una campaña «sin quejas» que transformó su comunidad. Quejarse es como cavar tu propia tumba, porque con cada queja, te convences a tí mismo de que no puedes avanzar. Las quejas son síntomas de autosabotaje y nos conviene renunciar a ellas. Responsabilizarse libera, mientras que las quejas traban.

No importa si nos sentimos las víctimas de la situación: siempre está el otro lado de la historia. Cierta vez, una devota me dijo que su marido había sacado dinero de su cuenta conjunta y se había marchado, dejándola sin nada. Su consejero le dijo que contara de nuevo esta historia, pero esta vez responsabilizándose por su parte en la historia. Al contar la historia desde ese punto de vista, la mujer se dio cuenta que había cometido un error al haber confiado en su marido y abrir una cuenta conjunta, pues la experiencia ya le había demostrado que no podía confiar en él en relación al dinero. Esto muestra que a menudo creemos que un problema está fuera de nosotros, cuando en realidad lo tenemos nosotros.

Una forma de responsabilizarnos es hacernos las preguntas correctas. En vez de preguntarnos: «¿Por qué lo hicieron?», debemos preguntarnos: «¿Qué hice?».

Otra pregunta que nos podemos hacernos cuando nos enfrentamos a una situación difícil es: «Si yo fuera un experto mundial en_____ (el tema que nos esté causando el problema) y pudiera aconsejar a una persona que tiene exactamente el mismo problem, ¿qué le diría?». El objetivo de esta pregunta es lograr ser objetivos con nuestra situación y descubrir las opciones que tenemos ante ese desafío.

Para practicar nuestra forma de responder ante ciertas situaciones y situarnos en un nivel más elevado, debemos preguntarnos: «¿Cómo reaccionaría alguien que fuese más fuerte, o más determinado, o más inteligente, o más consciente de Krishna ante esta situación?». A veces pensamos que solo hay una manera de reaccionar ante una situación, pero no todos reaccionamos del mismo modo ante la misma situación.

En ocasiones, responsabilizarse puede ser abrumador. Puede que pasemos por situaciones en las que todo parece estar mal y no tengamos la capacidad para lidiar con ello. Pero podemos considerar que Krishna nos ha dado una oportunidad para persistir a través de las dificultades y volvernos más fuertes.

Responsabilizarse también significa que, cuando controlemos mínimamente una situación, debemos actuar como nos gustaría que los demás actuaran. El objetivo es ver qué pasos debemos dar para avanzar, en lugar de centrarnos en lo que no estamos consiguiendo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *