Rohininandana Dasa

Srila Prabhupada indicó que, además de leer, cuando dialogamos con otros sobre los temas espirituales nos animamos aún más y progresamos espiritualmente con más rapidez.

Cuando Suta Gosvami recitó el Srimad-Bhagavatam a los sabios en el bosque de Naimisaranya, el ambiente era de tanto respeto que incluso los pájaros dejaron de sonar sus trinos. Los sabios ni carraspeaban ni removían los pies; quedaron atrapados en un trance. El Señor Krishna había advenido en la forma del Srimad-Bhagavatam.

Aquellos sabios ya hacía tiempo que habían cruzado el inmenso océano de la ilusión material y habían regresado, felices, al hogar, de regreso a Dios, a bordo del navío del sonido trascendental. Aunque nosotros permanecemos aquí, náufragos aparentes, podemos también aprovecharnos de ese navío. Aún está a nuestro alcance, y el mero hecho de aproximarse a este bote místico convierte el océano material en un mero charquito. Al igual que los sabios que lo cruzaron, también nosotros, si seguimos sus pasos, podremos cruzarlo escuchando lo mismo que ellos escucharon.

Encontraremos el navío del sonido trascendental, varado y a salvo en el muelle de los libros de Srila Prabhupada. Podemos reconocer este barco por su resplandor, que destruye la oscuridad de la ignorancia y la duda; por su belleza, que cautiva la mente y el corazón; y por su amplitud, pues en el más pequeño rincón de su cubierta cabe todo el universo.

No podemos reproducir la escena del bosque de Naimisaranya, sin embargo, podemos aprender y perfeccionar el arte de leer los libros de Srila Prabhupada. Podemos leer del mismo modo que él escribía, ponderando cada palabra.

Los libros de Srila Prabhupada son sonido trascendental. Cuando él hablaba al dictáfono, el Señor Krishna y todos los miembros de la sucesión discipular hablaban a través de él. Ese sonido espiritual se transformaba después en palabras impresas, que, al ser leídas y asimiladas, podían, de nuevo, manifestar la potencia completa del sonido original.

Los que no son devotos no pueden descubrir la clave de las palabras espirituales, pues el Señor Krishna, la Verdad Absoluta, Se revela a quién Él elige. No podemos introducirnos, pretextando erudición, en los misterios de Krishna. Sin embargo, incluso la persona menos culta, pero con la actitud adecuada, puede comprender las verdades filosóficas más elevadas.

El Chaitanya-charitamrta relata la historia de un devoto del sur de la India cuyo guru le aconsejó que leyera el Bhagavad-gita cada día. Solía leer en el templo local, pero como a menudo cometía errores de dicción y otros, la gente se burlaba de él. Pero eso a él no le importaba lo más mínimo. Se sentía feliz de poder cumplir la instrucción de su guru. De hecho, mientras leía, a menudo las lágrimas se acumulaban en sus ojos, y el cuerpo le temblaba debido a las emociones extáticas.

El Señor Chaitanya visitó una vez la aldea de este devoto y le vio leer.

«Disculpame, mi querido señor», le dijo el Señor Chaitanya, «Como has alcanzado ese amor tan extático? ¿Qué capítulo del Bhagavad-gita te produce tanta dicha?».

El devoto, tímidamente, replicó: «Yo soy analfabeto y no conozco el significado de las palabras. A veces leo bien y otras mal, pero, lea como lea, imagino a Krishna conduciendo la cuadriga de Arjuna. Cuando pienso en cómo el Señor sirve, de manera tan humilde, a Su devoto, no puedo evitar que se me salten las lágrimas».

El Señor Chaitanya declaró: «Tú eres la autoridad verdadera en la lectura del Bhagavad-gita. Todo lo que sabes es el verdadero significado».

Esta humilde y afortunada persona tuvo fe en las palabras de su guru y en las escrituras. Para tener fe en el Gita, hay que tener fe en Krishna, el narrador del Gita. En su introducción a el Bhagavad-gita, tal como es, Srila Prabhupada dice que para comprender el Gita hay que, al menos teóricamente, aceptar que el Señor Krishna es la Suprema Personalidad de Dios. A menos que lo hagamos así, ¿cómo podríamos tomar Sus palabras en serio?

Tomar el Bhagavad-gita en serio es como si saliéramos a plena luz. Del mismo modo que el sol no necesita nada para probar su existencia, de igual manera el Bhagavad-gita en sí mismo es su propia prueba. Posee la lógica suficiente para atraer a quien duda y ayudarlo a salir de la oscuridad de su refugio hecho de escepticismo e ignorancia.

Algunas sugerencias prácticas

Para ayudarnos a desarrollar la reverencia necesaria hacia las Escrituras, podemos situar los libros en un lugar especial. Algunos templos de Birmania ponen el Srimad-Bhagavatam en el altar, a modo de murti, o forma de Dios, principal. ¡Imaginad la colección completa del Srimad-Bhagavatam instalada en vuestro hogar! Una vez, uno de los discípulos de Srila Prabhupada le preguntó si él y su esposa podían adorar deidades pequeñas mientras viajaban y predicaban. Srila Prabhupada les aconsejó que adoraran sus libros.

Los libros no deben dejarse en el suelo ni sobre el asiento de una silla, ni deben emplearse para poner otras cosas encima. Los devotos a veces envuelven el libro que están leyendo con un pedazo de tela fina.

También es buena idea recitar algunas plegarias antes de empezar a leer. Los devotos, antes de empezar a leer el Srimad-Bhagavatam en nuestros templos de ISKCON, recitan: om namo bhagavate vasudevaya, «Oh mi Señor, Personalidad de Dios que todo lo penetra, Te ofrezco mi reverencia respetuosa». Es también bueno, mientras leemos, mantener una actitud de plegaria. Podemos seguir el ejemplo de Sanatana Gosvami, que oraba al Señor Chaitanya que todo lo que el Señor le había enseñado se manifestara en su corazón.

Los sabios de Naimisaranya, el devoto que se encontró el Señor Chaitanya, y Srila Prabhupada, todos ellos mostraron una actitud de servicio mientras escuchaban, leían o escribían la literatura trascendental. Recordemos, mientras leamos, que nosotros somos también sirvientes de Krishna.

Cuando leemos los libros de Srila Prabhupada estamos acompañados directamente por Srila Prabhupada.

Mientras leemos es bueno recordar que no estamos solos. En uno de los significados del Srimad-Bhagavatam, Srila Prabhupada agradece a Narada Muni por aparecer en las páginas de esta importante obra. En otros términos, cuando leemos los libros de Srila Prabhupada estamos acompañados directamente por Srila Prabhupada, todos los maestros espirituales anteriores y el Señor Supremo en persona.

Del mismo modo que ocurre con el canto del maha-mantra, lo mejor es leer cada día, ya sea que leamos un número de páginas determinado o durante un tiempo acordado. Podemos estudiar a fondo, tomando nota de los pasajes más interesantes o de los más complejos, o, simplemente, podemos ir leyendo, confiando en la purificación espiritual. Si estamos con nuestros hijos, podemos narrar las historias teatralizando la acción.

Srila Prabhupada indicó que, además de leer, cuando dialogamos con otros sobre los temas espirituales nos animamos aún más y progresamos espiritualmente con más rapidez. Nos dijo que la manera de asimilar el conocimiento de las Escrituras reveladas consiste en escucharlas y exponerlas. El ofrecer este conocimiento esencial a otras personas nos ayudará a comprenderlo. Y todo aquel que ofrezca el regalo de la sabiduría del Srimad-Bhagavatam es seguro que logrará la más alta perfección de la vida: el regreso al hogar, de vuelta a Dios.

Fuente: Back To Godhead © 1992

2 comentarios

  1. Qué hermoso! Mi corazón estalla de felicidad por haber encontrado a los devotos de Krishna y a ISKCON. Muchas gracias

  2. cada vez que leo de krishna mi corazón se ensancha, mis ojos se emocionan como cristles empañados y mi cuerpo vibra de amor

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