Conversación con A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada
Cuando los animales comen carne, están siguiendo la ley de la naturaleza. Cuando tú comes carne, estás rompiendo la ley de la naturaleza.
Invitado: Si el ser humano no comiera carne, los animales probablemente morirían de hambre…
Srila Prabhupada: ¿Por qué te preocupa tanto que los animales se puedan morir de hambre? Cuídate de ti mismo. No seas tan altruista: «¡Oh!, se van a morir de hambre, mejor me los como». ¿Qué clase de altruismo es ese? Krishna provee de comida. Si un animal se muere de hambre, es responsabilidad de Krishna. Nadie se muere de hambre. Esa teoría es falsa. ¿Has visto a algún animal muriéndose de hambre? ¿Lo has visto tú? ¿Has visto a algún pájaro muriéndose de hambre? En el reino de Dios no existe el hambre. Creamos todas esas teorías para justificar la satisfacción de nuestros sentidos… En África hay millones de elefantes, y en las selvas de la India también. Cada vez que come, un elefante necesita 50 kilos de alimento. ¿Quién les está dando toda esa comida? Así que en el reino de Dios no existe el hambre. El hambre es para el ser humano supuestamente civilizado.
Invitado: Si el hombre no estuviera hecho para comer carne, ¿por qué en la naturaleza hay otros animales que matan para comer?
Srila Prabhupada: ¿Tú eres «otro animal»?
Invitado: Bueno, todos somos animales.
Srila Prabhupada: ¿Tú te cuentas entre los animales? ¿Te clasificas entre ellos?
Invitado: Bueno, somos todos animales…
Srila Prabhupada: No, de ninguna manera. Puede que tú lo seas, pero nosotros no. ¿Te gusta que te clasifiquen entre los animales?
Invitado: Yo no me siento mejor que los animales. Respeto mucho a todas las criaturas de Dios.
Srila Prabhupada: ¿Respetas a todas las criaturas y matas a los animales?
Invitado: Bien… Si el ser humano no está hecho para comer carne, ¿por qué en la naturaleza los animales se comen a otros animales?
Srila Prabhupada: Cuando los animales comen carne, están siguiendo la ley de la naturaleza. Cuando tú comes carne, estás rompiendo la ley de la naturaleza.
Invitado: ¿Cómo?
Srila Prabhupada: Un tigre, por ejemplo, nunca vendrá a pedirnos cereales: «¡Oh!, tienen mucho cereal, denme un poco». No. Incluso si tenemos centenares de sacos de cereales, a él no le importa lo más mínimo. Pero se lanzará sobre un animal. Es su instinto natural. Pero, ¿por qué comes tú cereales, frutas, leche, carne, y todo lo que tienes al alcance de la mano? ¿Qué es eso? No eres ni animal ni ser humano. Estás mal utilizando tu humanidad. Deberías preguntarte: «¿Qué comida es adecuada para mí?». El tigre puede comer carne; es un tigre. Pero yo no soy un tigre; soy un ser humano. Si tenemos suficiente cereal, fruta, hortalizas, y otras cosas que Dios nos ha dado, ¿por qué tengo que ir y matar un pobre animal? Eso es humanidad.
Tú eres un animal y además un ser humano. Si olvidas tu humanidad, entonces eres un animal. [Breve silencio]. De modo que no somos simples animales. Somos animales y además seres humanos. Si aumentamos nuestra cualidad de humanidad, entonces nuestra vida es perfecta. Pero si nos quedamos en la animalidad, entonces nuestra vida es imperfecta. Tenemos que aumentar nuestra conciencia humana; eso es conciencia de Krishna. Si podemos vivir una vida agradable, en paz, con buena salud, comiendo tantas variedades de alimentos que nos da Krishna, ¿para qué vamos a matar a los animales?
Además, desde un punto de vista científico, tus dientes están hechos para comer productos vegetales. El tigre tiene dientes para comer carne. La naturaleza lo ha hecho así. Tiene que matar a otros animales; por eso tiene garras, colmillos, mucha fuerza. Pero tú no eres así de fuerte, no puedes matar a una vaca así, saltando sobre ella como un tigre. Tienes que construir un matadero y sentarte en tu casa… Si alguien mata a la vaca, tú te la puedes comer muy bien… ¿Qué es eso? ¡Hazlo como el tigre! ¡Lánzate sobre la vaca y cómetela! Pero no puedes hacer eso.
Invitado: Así que usted no cree en la ley de la naturaleza. Yo creo que la ley de la naturaleza se aplica por igual a todos.
Srila Prabhupada: La ley de la naturaleza ha hecho así al tigre, y por eso puede hacer eso. Tú no puedes hacerlo; tu naturaleza es distinta. Tú tienes poder de discriminación, tienes conciencia, dices que eres un ser humano civilizado… Pues usa todo eso. Eso es conciencia de Krishna, conciencia perfecta. El propósito de la vida humana es elevarse a la perfección de la conciencia, que es conciencia de Krishna. No podemos quedarnos en el nivel de conciencia del tigre. Eso no es humanidad.
Otro invitado: ¿Hemos caído de arriba a abajo, o hemos ascendido a partir de las plantas y los animales?
Srila Prabhupada: Sí, por supuesto has caído de un nivel más alto a uno más bajo, del mundo espiritual a este mundo material, y luego a especies más bajas. Luego progresas y de nuevo llegas a esta forma humana. Si utilizas tu conciencia más elevada, entonces puedes seguir elevándote: puedes ir hasta Dios. Pero si no usas esa conciencia más elevada, de nuevo desciendes. Así que no seas insensato. Adopta el proceso de conciencia de Dios, de conciencia de Krishna, y de ese modo utilizarás correctamente esta forma humana de vida.
De lo contrario, si nos dedicamos a comer carne, como un tigre, puede que consigamos un cuerpo de tigre en nuestra próxima vida, pero, ¿para qué nos sirve? Imaginen que en mí próxima vida soy un tigre muy fuerte. ¿Es un buen ascenso? ¿Saben cómo es la vida de un tigre? No pueden comer todos los días. Cuando cazan un animal, se lo guardan en secreto y, durante un mes, se van comiendo la carne descompuesta; porque no todos los días tienen la oportunidad de matar a un animal. Dios no les va a dar esa posibilidad. Es natural: en la selva, cuando aparece un tigre, todos los demás animales salen corriendo. Así que en raras ocasiones, cuando el tigre tiene ya un hambre insoportable, Dios le da la posibilidad de cazar a otro animal. El tigre no puede saborear platos sabrosos cada día. En la vida humana tenemos todas esas ventajas. Pero si las utilizamos mal, entonces… volvemos a una vida de tigre. Muy fuerte, con toda la capacidad para cazar.