Satsvarupa Dasa Goswami

Si Dios es inconcebible, como afirman las Escrituras, ¿es posible llegar a saber algo de Él?

El Srila Isopanisad afirma que Krishna se encuentra al mismo tiempo muy lejos y muy cerca. Las Escrituras védicas nos dan ánimos: el mejor modo de conocer a Krishna y tenerlo cerca es escuchar acerca de Él.

Cuando abrimos cualquier libro que trata sobre Krishna, sentimos de inmediato la riqueza del claro y científico conocimiento que contiene. También llegamos a la conclusión de que Krishna es por naturaleza inconcebible para los seres finitos. Aunque algunas religiones del mundo suelen implicar con ello que Krishna es en esencia totalmente inconcebible (no solamente muy lejano), nosotros no estamos de acuerdo con tal afirmación. Sí, en última instancia Él es inconcebible, pero Su nombre, fama y forma pueden ser conocidos del mismo modo que nos es posible conocer a alguien cara a cara. Todo el que desea ser consciente de Dios tiene que comprender este punto.

Aquí tenemos un ejemplo que reúne estos dos conceptos. Procede del Srimad-Bhagavatam (10.12.38), y narra la muerte y posterior liberación a manos del Señor Krishna del demonio Aghasura, que disfrazado de enorme serpiente había engullido a Krishna y a Sus amigos.

Krishna es la causa de todas las causas. Las causas y efectos del mundo material, los superiores e inferiores, son creados por el Señor Supremo, el controlador original. Cuando Krishna apareció como hijo de Nanda Maharaja y Yasoda, lo hizo por Su misericordia inmotivada. En consecuencia, no era nada maravilloso que Él mostrara Sus opulencias ilimitadas. En verdad, mostró semejante misericordia que incluso Aghasura, el ateo más pecador, fue elevado hasta la posición de convertirse en uno de Sus acompañantes y logró sarupya-mukti [tener la misma forma del Señor], lo que es de hecho imposible de obtener para las personas materialmente contaminadas.

Srila Prabhupada comenta:

Krishna es la causa de todas las causas. Él es el creador de causa y efecto y Él es el controlador supremo. No hay nada que le resulte imposible. Por consiguiente, el que permitiera que una entidad viviente como Aghasura lograra la salvación sarupya-mukti no es nada maravilloso para Krishna. Krishna se divirtió entrando en la boca de Aghasura como si de un juego se tratara, junto con Sus acompañantes. Por consiguiente, cuando Aghasura, gracias a esa divertida compañía, como la que existe en el cielo espiritual, se purificó de toda contaminación, obtuvo sarupya-mukti y vimukti por la gracia de Krishna. Esto no resulta nada sorprendente en Krishna.

Krishna realizó proezas inconcebibles y aún así su aspecto era el de un niño.

«Nada sorprendente» es el modo en que Srila Prabhupada afirma que no ha de sorprendernos ni confundirnos el que oigamos estas muestras de opulencia y poder de Krishna. Krishna mató demonios. Krishna levantó el monte Govardhana. Krishna se casó con 16 108 esposas. Ninguno de estos actos es para sorprenderse, pues Krishna los realizó sin esfuerzo alguno por Su parte. Krishna es la fuente de la causa y del efecto, y aun así Su aspecto es el de un niño. ¿Parece increíble, inconcebible? Bien, Krishna posee una grandeza infinita. Nada le resulta imposible.

Y sin embargo a nosotros nos maravilla. Srila Prabhupada tituló uno de los capítulos de su  Libro de Krishna «Maravilloso Krishna». Maravilloso es una palabra agradable si no se emplea de manera superficial; se refiere a lago pleno de dicha, una experiencia superlativa.

Los devotos expresan en las Escrituras su consideración al «maravilloso Krishna» según la relación que tiene con Él. La reina Kunti ora que, aunque Krishna sea la Verdad Suprema, en Su infancia queda subordinado a Madre Yasoda. Aunque el temor en persona teme a Krishna, Él huye aterrorizado de Su madre, que le amenaza con un bastón. Kunti dice al pensar en Krishna corriendo atemorizado, con la pintura de ojos negra diluyéndose entre Sus lágrimas, queda perpleja. ¡Qué afortunada es Yasoda de ser la madre de Krishna y someter al controlador Supremo!

Krishna como Damodara, huye atemorizado de Su madre, Yashoda, después de haber robado mantequilla.

Los acharyas, los grandes maestros espirituales del pasado, indican otro aspecto del inconcebible poder de Krishna, por encima incluso de Sus expansiones y avataras: Cuando era niño realizó hazañas sorprendentes. Cuando Krishna mató a Putana, sólo tenía unos meses. A los siete años levantó el monte Govardhana con el dedo meñique de Su mano izquierda. En otras encarnaciones, adopta enormes proporciones para llevar a cabo hazañas considerables. Para acabar con Hiranyakasipu adoptó una forma enorme, mitad humana, mitad león. Aunque solamente le pidió tres pasos de tierra a Bali Maharaja mientras mostraba la forma de un brahmana enano, luego adoptó una forma gigantesca que el exigió todo el universo con Sus pasos. Krishna también llevó a cabo hazañas igualmente difíciles, pero las realizó en Su hermosa forma en Vrindavana, como si de un pastorcillo se tratara. Eso es maravilloso.

Cuando pensamos en la opulencia de Krishna, observamos las paradojas. Él es el dueño, y sin embargo se somete a Sus devotos. Él es inconcebible, sin embargo permite que le conozcamos. En el Tercer Canto del Srimad-Bhagavatam, el gran devoto Uddhava expresa su confusión pues Krishna no ha nacido cuando aparentemente sí lo ha hecho, cuando Krishna no muestra ningún temor y sin embargo escapa de Vrindavana por temor a Kamsa. Las contradicciones confunden y la separación que siente Uddhava del maravilloso Krishna también le confunde. Y, por supuesto, los que no son devotos quedan confundidos porque les resulta imposible aceptar a Krishna y Sus paradojas aparentes. Su moral mundana no puede aceptar las inconcebibles opulencias de Krishna.

La característica más atractiva de Krishna

Krishna es maravilloso, sorprendente e inconcebible, y sin embargo no hemos hablado de la más misteriosa e inconcebible de todas Sus cualidades: Su capacidad para expresar amor. Él es poderoso, sabio, fuerte y famoso, pero Su inclinación a amar a todas las entidades vivientes y la expresión de dicho amor de muy diferentes maneras, es Su característica más atractiva. Y aun más atractivo que eso es Su amor especial hacia Sus devotos. Por consiguiente, un devoto, aunque reconoce que su vida pertenece a Krishna, nunca olvida esta gran gloria que es el amor de Krishna.

El rasgo más atractivo de Krishna es su inclinación a amar a todos los seres vivos.

Hace poco escuché una clase de Srila Prabhupada donde hablaba sobre el sufrimiento. Unos devotos le preguntaron a Prabhupada cómo tenemos que entender que, aun siendo devotos, todavía hemos de sufrir. Prabhupada se enardeció. Dijo que no tenemos derecho alguno a cuestionar el que hayamos de padecer sufrimientos. Y que nunca hemos de pensar que querríamos más a Krishna si no sufriéramos. Ni tampoco ha de explicar Krishna el por qué de nuestro sufrimiento. El devoto siempre contempla a Krishna como su dueño. El Señor Chaitanya, mostrando el humor de un devoto, reza: «Aunque me rompas el corazón o me trates con rudeza entre Tus brazos, siempre serás mi Señor adorable, nacimiento tras nacimiento». El devoto jamás duda de las intenciones amorosas de Krishna.

A mi me educaron en una familia católica no practicante. Nunca se habló sobre la fe o sobre la realidad de Dios, nunca se sacaron a colación nuestras dudas. Tan pronto como accedí al mundo universitario y me sentí acosado por las dudas, me quedé sin respuestas. Recuerdo que un profesor dijo: «¿Cómo es posible que haya Dios cuando existe tanto sufrimiento en el mundo?» Este es uno de los rompecabezas teológicos clásicos: Si Dios es magnánimo y todopoderoso, ¿por qué existe el sufrimiento? ¿Cómo puede ser magnánimo si Sus hijos están sufriendo?

Al devoto no le confundes estas contradicciones aparentes. Puede que no seamos capaces de comprender Sus objetivos, pero nunca nos confunden. El devoto tiene en última instancia fe en la cualidad más maravillosa de Krishna.

Por consiguiente, no hay que pedirle a Krishna satisfacción de los sentidos ni hay que regatearle otra cosa que el amor de Dios. Mientras reconocemos que Krishna está muy por encima de nosotros, también sentimos Su proximidad y nuestra capacidad de dirigirnos a Él, igual que el hijo puede acudir a su padre para que se cumplan sus deseos. Es posible que, en los niveles más elevados de la conciencia de Krishna, los devotos expresen sus propios deseos, pero estos siempre tienen como finalidad complacer a Krishna. Los devotos también expresan diferentes humores, unos sumisos y otros beligerantes. Krishna goza de todos ellos.

Nosotros no estamos en posición de imitar tales tipos de expresión y si lo intentamos, puede que acabemos pidiendo algo que, en última instancia, no nos interese. Krishna, como buen padre que es, nos dará el «juguete». Al final puede que nos encontremos diciéndole a Krishna que no queremos lo que nos da y Krishna respondiéndonos: «Bueno, lo has pedido, así que ahora juega con él hasta que se rompa». Qué triste si tenemos que ir a Krishna con tales cosas. Y que triste que hayan de transcurrir miles de años de acciones y reacciones hasta que abandonemos el juguete que nos concedió.

El ejemplo de las gopis

Imaginen lo satisfecho que se muestra Krishna cuando encuentra a un devoto puro que sólo se preocupa por Él. Srila Prabhupada se llenaba de éxtasis al escuchar que las gopis, las pastorcillas amigas de Krishna, nunca le pidieron nada a Krishna. Prabhupada mostraba esta conducta como ejemplo de verdadero bhakti. Por lo general, en una relación conyugal los hombres y las mujeres quieren algo los unos de los otros. Las mujeres por lo general buscan seguridad e incluso las reinas de Krishna en Dvaraka tuvieron eso. Pero las gopis no tuvieron nada. Jamás pidieron nada. Iban al bosque en medio de la noche a costa de su reputación y la reputación de sus familias y Krishna no les daba garantía alguna ni indemnización alguna. Por consiguiente, se las considera las devotas más elevadas; sólo deseaban darle felicidad a Krishna, satisfacer al maravilloso Krishna.

Después de que Krishna levantara el monte Govardhana, los pastores estaban confusos. ¿Quién es este maravilloso niño? Nanda Maharaja repetía lo que sacerdote Gargamuni le había dicho durante la ceremonia de bautizo de Krishna. Krishna es narayana-sama, «igual a Narayana, o Dios», le había dicho Gargamuni. Aunque los pastores lo comprendían, no por ello abandonaron su afecto paternal hacia Krishna. En lugar de ello, dijeron, «Ojalá vivamos siempre protegiendo al maravilloso Krishna».

 

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