Hari-sauri Dasa

Esta tarde hablé con Hansaduta y con Harikesa Prabhus acerca de mi servicio. Prabhupada tiene que partir en un par de días hacia Delhi y Bombay, y Gopala Krishna me está recordando continuamente que debo ir a Calcuta. Les confesé que me he apegado muchísimo a servir a Prabhupada, y que no me entusiasma particularmente tener que ir a Calcuta.

Harikesa ha cambiado de opinión, hasta el punto de sugerirle a Gopala Krishna que cambie de parecer. Le dijo que el grupo personal de Prabhupada es trascendental a las consideraciones regionales y del GBC. Harikesa me aconsejó,

—Tienes que preguntarle a Prabhupada si puedes quedarte con él —me sugirió Harikesha.

Le dije que no quería molestar a Srila Prabhupada con pedidos personales, pero Harikesa me urgió a hacerlo.

—Al fin y al cabo —dijo—, está directamente relacionado con Srila Prabhupada, de modo que también le afecta a el. No tienes nada que perder. En el peor de los casos, te dirá que no.

Lo consideré un buen consejo y mañana le preguntaré a Srila Prabhupada personalmente.

10 de diciembre de 1975

Las caminatas de la mañana siempre son fascinantes. A menudo, los devotos traen temas polémicos solo para observar la reacción de Prabhupada. Aksayananda Swami inició la discusión de esta mañana, mencionando una expresión cuestionable hecha recientemente por un devoto antiguo en la clase.

—Un devoto dijo que el acharya no tiene que ser un devoto puro.

—¿Qué? —Prabhupada se detuvo de golpe.

—Que el acharya no tiene por qué ser un devoto puro.

—¿Quién es ese bribón? ¿Quién lo dijo? ¿Quién es ese bribón? ¿Que el acharya no tiene por qué ser un devoto puro? —Prabhupada estaba molesto.

—Lo dijo Nitai —informó Aksayananda Swami—. Dijo que el Señor Brahma es el acharya de la Brahma-sampradaya, pero que de todas formas está bajo la influencia de la pasión.

—¿Quién es ese bribón? Quiero saberlo. ¿Quién lo ha dicho?

—Nitai. Nitai Dasa.

Prabhupada estaba indignado y denunció esa mentalidad tan especulativa.

—Ha fabricado su idea. Por lo tanto, es un bribón. Nitai se ha vuelto una autoridad.

—No, en realidad, lo que pensó…

—Pensó una picardía y la expresó. Por lo tanto, es aún más bribón.

Prabhupada siguió caminando, buscando la verdadera razón de ese comentario.

—Estas cosas acaban pasando. En cuanto leen algunos libros, se vuelven acharyas, sin importar lo bribones que sean.

—¿Entonces no hay duda de que el Señor Brahma es un devoto puro?

—Sea lo que él sea, Nitai es un bribón —Prabhupada se detuvo nuevamente y trajo otro ejemplo—. Con ese criterio, Krishna también está bajo la influencia de la pasión. La forma de ver estas cosas es, «Si tal persona, que es exaltada, a veces está bajo la influencia de la pasión, yo tengo que tener aún más cuidado». Esta es la instrucción. Nosotros, cosas insignificantes, personas insignificantes, tenemos que ser aún más cuidadosos. No hay que pensar, «El acharya está bajo la modalidad de la pasión, por lo tanto, voy a hacer lo mismo. Soy un seguidor estricto del acharya». Estos bribones dicen cosas por el estilo.

Prabhupada lo criticó extensamente, incluyendo observaciones de varios gurus y escritores que, incapaces de entender la naturaleza trascendental de Krishna, quieren comentar sobre Sus palabras o sobre la literatura que Lo describe. Ellos hacen que Krishna parezca un hombre común, con el único propósito de imitarlo. Hay otros que piensan que pueden entenderlo solo por leer el Gita o el Bhagavatam, pese a la declaración de Krishna de que, entre muchos millones de personas, solo una quizás Lo entienda.

Srila Prabhupada dijo que el guru, el acharya, es esencial para la realización adecuada. Mencionó su trabajo de traducción por la mañana, del verso 30 del séptimo capítulo del Srimad-Bhagavatam. «En la cinta de hoy, verán que Prahlada Maharaja recomienda, «La vida espiritual comienza con guru-susrusa, servir al guru». Rupa Gosvami dijo, adau gurvasrayam, «Primero tenemos que refugiarnos en el maestro espiritual fidedigno». Sad-dharma-pricchat, «Luego hay que hacerle preguntas sobre el sendero espiritual». Sadhu-marganugamanam, «Seguir los pasos de los acharyas previos». Estos son los pasos. En el Bhagavad-gita, Arjuna dice, sisyas te’ham sadhi mam, «Ahora soy Tu discípulo. Instrúyeme». Y estos bribones se creen mejores que Arjuna. «No hace falta un guru». ¿Hm? Él dice, sisyas te’ham. ¿Por qué? Ellos ya eran amigos. ¿Por qué habría de someterse como discípulo? Ese es el comienzo de la vida espiritual».

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Hari Sauri Dasa fue el asistente personal de Srila Prabhupada entre noviembre de 1975 hasta marzo de 1977. A través de su diario, ganamos una comprensión personal y detallada de A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada. En este primer volumen (Noviembre 1975 – Abril 1976), viajamos con Srila Prabhupada por la India y logramos una conexión especial con él. Aprendemos más sobre este hombre extraordinario y su capacidad para inspirar a las personas.

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