Satsvarupa Dasa Goswami
¿Te preguntas si Krishna se preocupa menos por nosotros que por aquellos que viven plenamente entregados? ¿Crees que el camino del bhakti ha sido organizado de manera tan científica que sólo funciona debido a nuestro propio esfuerzo?
Dhruva Maharaja llevó a cabo penitencias para conseguir un reino mayor que el de su abuelo, el Señor Brahma, creador del universo. Sin embargo, por la gracia del santo Narada, Dhruva recibió la audiencia del Señor Vishnu. Dhruva, después de ser tocado por la caracola del Señor, le ofreció oraciones. El último verso de sus oraciones muestra su previa actitud materialista y su actual actitud devocional:
Mi Señor, Oh Señor Supremo, Tú eres la personificada forma suprema de todas las bendiciones. Por consiguiente, permanecer a Tu servicio devocional sin ningún otro deseo, adorando Tus pies de loto es mejor que volverse rey y conseguir un reino… Tú eres, para los devotos ignorantes como yo, el misericordioso mantenedor inmotivado, como la vaca que se cuida de su ternero recién parido ofreciéndole su leche y protegiéndolo de cualquier ataque.
Dhruva representa originalmente el tipo de devoto que se acerca al Señor para cumplir sus deseos. Sin embargo, después de encontrarse con el Señor Vishnu, Dhruva se dio cuenta de lo insignificante que era el deseo material.
Me gusta estudiar las oraciones de Dhruva Maharaja porque, aunque nosotros no tenemos unas ambiciones materiales tan grandes —nuestras ambiciones materiales sólo comprenden un poco de gratificación de los sentidos— podemos entender la transformación de Dhruva. Hemos pasado muchas vidas pensando que éramos el centro del disfrute. Ahora hemos acudido a la conciencia de Krishna con la esperanza de liberarnos de los sufrimientos (deseos materiales) y llegar al amor puro por Dios. Dhruva Maharaja ha comprendido que el servir a los pies de loto de Krishna es mucho más satisfactorio que incluso el disfrute del reino más rico del mundo material. Así que le ora a Vishnu como protector del que se encuentra en la senda devocional, similar a la vaca que protege su becerro. Y, ¿de qué protege al devoto Vishnu? De sí mismo: de su propia naturaleza defectuoso.
Dhruva Maharaja comprendió que lo más satisfactorio es adorar al Señor Supremo.
En la primera frase del significado de este verso, Srila Prabhupada escribe, «Dhruva Maharaja era consciente de la naturaleza defectuosa de su propio servicio devocional». Incluso aquellos que son lo suficientemente afortunados para acercarse al movimiento consciente de Krishna no se liberarán de manera automática de cometer errores por escuchar el mensaje del bhakti. Somos seres desencaminados, y tiene que pasar el tiempo antes de que aprendamos a ofrecer nuestro servicio de forma pura. Aquí, Dhruva describe a Krishna diciendo que Él actúa para que nosotros lleguemos a nuestro estado de pureza.
Desdichadamente, no siempre apreciamos Su participación. A menudo, los devotos piensan que la conciencia de Krishna es tan científica que se trata de un proceso que sólo funciona debido a nuestro propio esfuerzo. Imaginan a Krishna en cabeza de una gran fila de devotos puros, compartiendo Sus pasatiempos con ellos sin pensar demasiado en los que se encuentran en la parte inferior de la fila. Si no somos puros, podemos pensar que Krishna se preocupa menos por nosotros que por aquellos que viven plenamente entregados. Pensamos que el camino del bhaktiha sido organizado de manera científica y que Krishna es neutral, esperando que se desarrolle nuestra pureza, en cuyo caso Él nos mostrará más amor. Mientras tanto, nosotros hemos de empujarnos a nosotros mismos desde un nivel al siguiente.
Devoción absoluta
Desde luego, lo que sí es cierto es que nosotros no somos puros; somos irregulares. Este hecho estaba presente en la mente de Dhruva Maharaja y él sintió un gran pesar al darse cuenta de lo muy materialista que había sido. Su pesar duró mucho tiempo después de la visita de Krishna.
Y lo cierto es que la devoción pura es absoluta: anyabhilasita-sunyam jnana-karmady-anavrtam. Hemos de ofrecer nuestro amor sin motivaciones procedentes del karma (ocupaciones materiales) o jñana (especulación mental). Hemos de aprender a desear únicamente el placer de Krishna.
Ninguna de estas verdades —que los devotos aspirantes no son puros y que la devoción pura es absoluta— significa que Krishna no haya de mostrar misericordia hacia el devoto, antes de que él o ella llegue a ese nivel de ausencia de motivos. En lugar de ello, como la vaca, Krishna da leche a Sus terneros y también los protege de todo peligro. Aunque en sentido material, la vaca también es vulnerable a los peligros de este mundo, está dispuesta a entregar su vida para proteger su becerro.
Además, el becerro depende completamente de su madre. Un becerro seguirá a la madre vaya a donde vaya. La madre, a su vez, demuestra aun mayor preocupación por su cría. Krishna sirve de ejemplo de esa misma tierna preocupación hacia Sus titubeantes bhaktas.
Lo que nos hace tan desamparados, tan dependientes de Krishna, no es simplemente nuestra pequeñez en medio de la energía material, sino los equívocos deseos que moran en nuestros corazones. Todas las madres saben que sus hijos no solamente pueden padecer debido a las influencias del exterior, sino también debido a la propia naturaleza de los niños.
Krishna nos concede libre albedrío, y aún así nos cuida y protege a cada paso que elegimos tomar.
Por supuesto, a pesar del tierno cuidado de Krishna, Él jamás interferirá con el libre albedrío de la entidad viviente. Nosotros, para recibir Su misericordia, hemos de mostrar cierto grado de sinceridad o atracción hacia Él. En el Brhad-Bhagavatamrtade Sanatana Gosvami, después de que Gopa-kumara regresara por fin al mundo espiritual, Krishna le abraza y le dice: «Estoy contento de que hayas regresado. Hace tanto tiempo que estoy esperando una oportunidad para traerte conmigo».
¿Por qué Krishna no rescató sin más a Gopa-kumara del mundo material? Porque nosotros tenemos libre albedrío. Krishna nunca nos arrebatará eso. Su actitud liberal es como la de un amoroso padre: Krishna ofrece a Sus hijos el ámbito necesario para que crezcan a voluntad, y permanece amándolos dispuesto a ayudarles si desean regresar a Él. En el Bhagavad-gitaÉl dice que ofrece la inteligencia necesaria para regresar a Él. También dice que añade aquello de lo que carecemos y nos mantiene lo que tenemos, y que Él es el rápido rescatador del océano del nacimiento y la muerte.
Incluso aunque estos extremos sean solamente teoría en nuestro caso, hemos de reconocer la sinceridad de las intenciones del Señor hacia nosotros. No hemos de rehusar los gestos de protección que nos hace Krishna. Si nosotros aceptamos que nuestro servicio es defectuoso, que nuestros corazones están repletos de deseos materiales burdos y sutiles, y que estamos perdidos sin la guía de Krishna, mejor sería que aceptáramos esa guía en la forma en que Él nos la entrega. Y siempre está dándola. Podemos orarle que nos proteja, que nos ayude a superar las primeras etapas del bhaktipara llegar a formas superiores de entrega, así como a esclarecer nuestra inteligencia de modo que, en ella, sólo Él tenga cabida.
Si nuestro principal objetivo es lograr el bhakti, hemos de confiar en que Krishna mantendrá nuestro empeño. Krishna es, después de todo, «el misericordioso mantenedor inmotivado, como la vaca que da leche y protección de cualquier ataque».
Protección verdadera
Uno de los síntomas de la entrega es reconocer que Krishna es el mantenedor. En nuestra etapa, a menudo nos dirigimos al Señor en busca de protección material. Sin embargo, no deberíamos dirigirnos a Krishna en busca de protección de nuestras posesiones. Aunque el Bhagavatamtiene oraciones como la del escudo Narayana-kavaca, donde se cantan mantrassobre distintas partes del cuerpo para protegerlo de armas burdas y sutiles, nosotros no estamos interesados en buscar la protección de Krishna de modo que podamos sobrevivir más cómodamente en nuestros cuerpos materiales. Nosotros contemplamos a Krishna como el protector de nuestro bhakti. Oramos para que nuestro bhakti—nuestro servicio al maestro espiritual, nuestros intentos de progresar en el canto y la escucha— no se desvíen.
El conocimiento que recibimos del Bhagavad-gitaes la espada que nos permite cortar nuestras dudas. Krishna también nos ha entregado a Su hermano mayor, Balarama, para que nos ayude. Es Balarama quien nos ofrece la fuerza para blandir la pesada espada del conocimiento. Nunca nos agotaremos, materialmente hablado, nunca nos quedaremos sin la misericordia de Krishna en la forma del conocimiento que Él nos entrega. Cualquier progreso en la conciencia de Krishna es el regalo que Krishna nos da.
Hemos de confiar en eso. El mundo material está lleno de jivasesforzándose por disfrutar. Krishna, en la forma de Ksirodaksayi Vishnu, las mantiene a todas. ¡Cómo no va, pues, a mantener a Sus devotos! Las jivas dominadas por lo material reciben Su mantenimiento a través de los auspicios neutrales de la Superalma, que les guía en sus perplejidades según las actividades y deseos kármicos. Krishna en persona se preocupa de ese, relativamente pequeño, grupo de almas que se interesa en Su amor y protección directos.
La élite de Krishna
Al respecto, Prabhupada en una ocasión comentó que los devotos han monopolizado el servicio devocional. Han sitiado ese mercado con su amor. Aun así, el mercado del bhaktipermanece abierto a todos aquellos que deseen comprarlo. Tan pronto como la jivaentiende que Krishna es quien mantiene el intento por acercarse a Él, Él la recibe con alegría y dicha en Su grupo de élite.
Cuando nos relacionamos con Krishna en estos términos, recibimos Su corazón. Esta es la verdadera naturaleza de Krishna: Su deseo de corresponder con Sus devotos (bhakta-vatsala).Como Él es responsable, mantiene a todas las entidades vivientes, aunque lo hace a través de Sus expansiones y energías. Pero como Él es bhakta-vatsala, se ofrece personalmente a Sus devotos. Por consiguiente, el servicio devocional se logra muy raramente.
Pero cualquiera que desee probar el servicio devocional puede obtener el acceso. A pesar de sus faltas, Krishna ayudará a los que deseen entrar. Él desea que Su grupo de élite crezca. Él desea que adoptemos el servicio devocional para nuestro beneficio. ¿Por qué no habría de ayudarnos?
Por supuesto, el apego material puede significar que no apreciemos la forma en que dicha protección nos llega, del mismo modo que el becerro no siempre es capaz de apreciar la insistencia de la madre de ir por cierto sendero. Pero, aun así, Krishna no protege.
Back To Godhead © 2001