Hari-sauri Dasa

A menudo, los devotos traen temas polémicos en las caminatas de la mañana para observar la reacción de Srila Prabhupada. En esta ocasión, un discípulo mencionó el comentario de otro discípulo. A continuación, esta conversación condujo eventualmente a otro tema polémico. 

Chaitya-guru dijo:

—La esposa de un miembro vitalicio estaba muy desconcertada. Ella vino a verlo con ese yogi bribón. Este dijo que los Vedas mencionan que podemos beber, y que los hombres y las mujeres tienen los mismos derechos.

Prabhupada se acordó de esa reuniòn, y asintió con la cabeza.

Chaitya-guru continuó:

—Ella estaba diciendo lo mismo, y usted le contestó: «OK, si la mujer y el hombre tienen los mismos derechos, ¿por qué no engendra hijos en el vientre de su marido?»

Prabhupada sonrió al recordar el incidente.

—Ella estaba muy desconcertada —dijo Chaitya-guru—, y dijo que «Prabhupada a veces dice cosas como esta, cosas disparatadas».

Todos se rieron con ganas.

—No —dijo Prabhupada—. Yo dije, «Si ambos tienen los mismos derechos, entonces hagan algún arreglo. Unas veces se embaraza usted, y otras su marido. ¿Por qué no existe ese derecho? ¿El mismo derecho?»

—Ella me dijo que «Prabhupada a veces dice cosas que nos hacen avergonzar a todos» —explicó Chaitya-guru.

Prabhupada compartió una charla que había tenido con una azafata en un vuelo de avión en América. Ella había visto un show en la televisión en el que Prabhupada había declarado que los hombres y las mujeres no eran iguales.

—Creo que fue la misma azafata que vino a la parte de atrás —aclaró Harikesa— y nos preguntó por qué al Swami no le gustaban las mujeres.

Prabhupada se disculpó por el malentendido, pero no había que alterar la verdad.

—No, no, yo no digo que no me gustan las mujeres, pero no puedo decir que tienen los mismos derechos que los hombres. ¿Cómo podría? Antes que nada, que demuestren la igualdad de derechos, que a veces se embarace la mujer y otras el hombre

Prabhupada explicó que incluso en Rusia, donde han tratado de que la gente fuera igual, siguen habiendo patrones y obreros. Entonces, esa clase de igualdad no es posible.

Cuando Harikesa mencionó que hoy en día hay mujeres senadoras y embajadoras, Prabhupada no concedió que eso implicaba igualdad.

—Eso simplemente requiere de educación. Pero por naturaleza, el cuerpo de la mujer es diferente del del hombre.

Sin embargo, cuando Chaitya-guru asumió su comentario en el sentido de que esta diferencia implica que las mujeres son subordinadas, Prabhupada lo corrigió.

—Subordinadas no; en realidad, sus ocupaciones son diferentes. Ese es otro error. La pierna camina y la cabeza dirige, y aunque la función es diferente, ambas son importantes. Necesitamos la cabeza y la pierna. Si solo hay una cabeza, pero falta la pierna, ¿quién caminará? Esa es la comprensión. Iguales, no. Todos deben tener sus deberes separados para servir al todo. Ese es el arreglo; eso es verdadero entendimiento. La cabeza es la parte más importante del cuerpo, pero eso no significa que la pierna no sea importante. La pierna es importante en su función, y la cabeza es importante en su función. Entonces, requerimos de ambas, tanto de la cabeza como de la pierna, de ambas. Y no solamente de la cabeza, o solamente de la pierna. Pero cuando hacemos un estudio comparativo, podemos entender que la cabeza es más importante que la pierna. Si te cortas la pierna, puedes vivir, pero si te cortas la cabeza, morirás. En consecuencia, la conclusión es: la cabeza es más importante que la pierna. Estudio comparativo. Caso contrario, tanto la cabeza como la pierna son necesarias. Si ustedes recogen algunas flores,  unas flores bonitas, y le agregan algo de follaje, son aún más hermosas. La flor apenas no es tan hermosa. Cuando se combina con algo de follaje verde, se vuelve más hermosa. Tenemos que tomarlo en ese sentido. Pero comparativamente, la flor es más importante que el follaje. Pero ambos se necesitan. Sí, esa es la creación de Dios. Tal como estos árboles: ellos están condenados. Pero hasta con los árboles podemos hacer un hermoso jardín, lo cual es muy placentero. Ese es el arreglo de Dios.

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Hari Sauri Dasa fue el asistente personal de Srila Prabhupada entre noviembre de 1975 hasta marzo de 1977. A través de su diario, ganamos una comprensión personal y detallada de A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada. En este primer volumen (Noviembre 1975 – Abril 1976), viajamos con Srila Prabhupada por la India y logramos una conexión especial con él. Aprendemos más sobre este hombre extraordinario y su capacidad para inspirar a las personas.

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