Satyaraja Dasa
(Extractos de la entrevista realizada en 2010)
En la primavera del año 2010, Satyaraja Dasa fue a Vrindavana para peregrinar por los lugares sagrados. Aprovechando el viaje, visitó a su viejo amigo Aindra Dasa.
Aindra Dasa: Empecé a salir a nama-sankirtana de forma regular en Chicago. Me di cuenta, así como me había sucedido en los días iniciales, que la conciencia de Krishna se basa en el canto en congregación. Es la misión del Señor Chaitanya, Su concesión para Kali-yuga. Se trata de la esencia. Así que comencé a hacerharinama-sankirtana de forma exclusiva, acompañando el harinama con un poco de distribución de libros. Hacía esto cada día, durante ocho horas diarias.
Finalmente, después de ocho o nueve años, pude ir a Vrindavana. Por una razón u otra –ya fuera porque no cumplía mi cuota de distribución de libros, o porque tenía que cuidar a las Deidades– nunca conseguía ir. Pero llegó un momento en que no había nada que me lo impidiera, así que decidí ir. Era el año 1981, y crucé el país haciendo autostop. Conseguí sacar un pasaje de bus en Detroit y fui a Washington, y entonces fui a Nueva York y allí colecté para mi viaje a la India.
Fui a Vrindavana y me quedé unos tres meses haciendo el servicio de pujari, y realizando ocho horas de kirtana en el templo. Estaba solo, no me ayudaba nadie. Así que cuando venía un baba o cualquier otra persona, empezaba a hacer kirtana. Con el paso del tiempo comencé a tener mis diferencias con el presidente del templo en esa época, y entonces decidí volver a América. “Haré un programa deharinama-sankirtana viajero”, pensé.
Mi idea era recorrer diferentes estados y visitar las ferias estatales, donde se reunían muchas personas. Durante mi época hippie, cuando no encontraba trabajo como músico viajaba con las ferias para poder ganar algún dinero. Sabía cómo armaban el espectáculo. Guardaban todo dentro de un remolque y entonces abrían uno de los lados, y así creaban las atracciones.
Satyaraja Dasa: Entonces regresaste a Estados Unidos…
Aindra Dasa: Sí, regresé a América y mi primera parada fue en Nueva York. Cuando vi la situación, el potencial enorme de Nueva York, comprendí que no hacía falta viajar a ningún otro lugar. Es como si Nueva York nunca durmiera, es como una feria as 24 horas del día, 7 días de la semana, 52 semanas del año. No era necesario ir a otro lugar. Así que construí un pequeño escenario portátil y empecé a ir a diversos lugares.
Satyaraja Dasa: Me acuerdo de verte en Central Park.
Aindra Dasa: Sí, íbamos por toda la ciudad. Entonces me enteré que podía conseguir permisos en el departamento de policía para hacer música en la calle, así que en vez de intentar esconderme de ellos, comencé a buscarlos. Cada vez que pasaba un coche de policía, apagaba el altavoz; pero entonces empecé a ser amigable con ellos, y de hecho les caía bien y les gustaba el kirtana. Esto fue en el año 1983, y entonces regresé a la India y visité Vrindavana, Mayapur, Bubaneshwar, Jagannatha Puri… Conseguí tejidos coloridos, carpas y sombrillas de festival, todo para decorar el remolque de kirtana. Construí una camioneta que se abría y era un templo, y en aquella época también conseguí autorización para tocar música en la calle. Todo salió bien, como si Krishna estuviera dirigiendo todo. Por supuesto que era Él.
“Devotos llevan el templo a las aceras de las calles de Nueva York”
¿Un templo de estilo hindú a los pies de un un rascacielos de Manhattan? No por mucho tiempo. La camioneta de Aindra Dasa, transformada en un templo decorado, cada día va a diferentes lugares en Nueva York. Acompañados de instrumentos, el grupo de Aindra canta el nombre de Krishna, distribuye libros de la conciencia de Krishna y ofrece refrigerios gratuitos a los transeúntes.
Cada día salía durante 8, 10, 12 horas, no menos. Cada sábado hacía nama-sankirtana durante 15 horas. Íbamos a Queens durante 6 horas, y entonces recogíamos nuestro programa y nos íbamos a West 4th Street en el West Village, y entonces nos quedábamos toda la noche, hasta las 3:30 de la mañana. Tardábamos 20 minutos en recogerlo todo, y entonces íbamos directamente al mangala-aratik.
Satyaraja Dasa: ¡Vaya! ¡Qué programa! ¡Situados en el plano espiritual!
Aindra Dasa: Eso sí, ¡era estupendo! Durante años, realizamos kirtana a todas horas en Nueva York. Fue así durante cinco años, al menos ocho horas al día.
Satyaraja Dasa: ¿Y qué pasó entonces? Porque después de eso empezaste a grabar CDs, y te fuiste a Vrindavana para encargarte del Kirtana 24 horas de allí.
Aindra Dasa: Bueno, dicho en pocas palabras: No estaba recibiendo la ayuda que necesitaba, y terminé teniendo discrepancias con la administración para poder tener mi espacio, para poder hacer mi programa. En 1986, en el 500 aniversario del Señor Chaitanya, decidí que había llegado la hora de cambiar de aires y dejé de lado mi programa en Nueva York. Era un buen programa, conseguimos atraer a varias personas a unirse al movimiento y se volvieron devotas. Pero después de entrar al movimiento, les desviaban de mi programa –el canto que les había atraído inicialmente– y nunca podía reforzar mi proyecto. Fue lamentable.
Por esta y otras muchas razones, en 1986 decidí mudarme permanentemente a Vrindavana. Anteriormente, cuando visité Vrindavana en los años 1981, 1983 y 1985, vi que no se estaba realizando Kirtana 24 horas, y sabía que Srila Prabhupada quería que se llevara a cabo. Así que cuando llegué en marzo de 1986, comprendí que mi forma de hacer kirtana concordaba con el sistema de Prabhupada. En realidad, él lo quería así, pero como hubo resistencia en hacerlo, todo empezó a desmoronarse tras su partida.
Satyaraja Dasa: Tú estabas siguiendo la orden de tu guru, estabas actuando de acuerdo a su humor.
Aindra Dasa: Bueno, en aquella época no sabía que era la orden de mi guru; sólo me parecía que era de sentido común. Era necesario un grupo de personas que se turnaran. Así que cuando comenzó el mes de kartika reuní a nueve devotos, y a partir de allí comenzamos.
Veinte años después de comenzar nuevamente el Kirtana 24 horas en Vrindavana, Aindra y un grupo de devotos recitan el Damodarastaka en el mes de Kartika.
Debido al apoyo de varios devotos, decidí que intentaríamos nuevamente comenzar el Kirtana 24 horas de Prabhupada. Y desde entonces, hemos llevado a cabo 24 horas de kirtana allí.
Satyaraja Dasa: ¿Podrías compartir algunas palabras acerca de la filosofía tras elkirtana?
Aindra Dasa: Idealmente, harinama-sankirtana es cuando se canta del Santo Nombre con tres objetivos: desarrollar amor por Dios, glorificarlo, y beneficiar a los demás. Es un acto generoso, porque se alaba a Dios y ayuda a cualquier persona que lo escuche. Desafortunadamente, hoy en día hay una modalidad de kirtanacada vez más común que tiene motivaciones materiales, o en otras palabras, no considera el amor por Dios como su objetivo. Sus motivos son mundanos. Elsankirtana verdadero es puro, se trata de entregarse sin reservas. En el kirtanaverdadero se glorifica con el corazón, pero también es una ciencia que nos fue entregada por los sabios. Debemos dedicarnos completamente a estudiar esta ciencia.
Aindra Dasa realizando kirtana en el templo de Krishna-Balarama (Vrindavana, India).
Existen diferentes tipos de canto: En el nivel inferior se desea obtener alguna ganancia material; se trata de personas que quieren algo de este mundo material y cantan con el fin de obtenerlo. En un nivel más elevado está la sombra del canto, en el que se busca la liberación del mundo material. Puede que este objetivo parezca espiritual, pero un vaishnava lo considera repugnante; no se trata de amar a Dios, si no de querer liberarse del sufrimientomaterial. La motivación continúa siendo material. Y por último existe un tipo de canto que tiene como resultadoprema-bhakti, amor puro. Y esto es lo que enseña nuestro linaje, este es el kirtanaverdadero.
El movimiento del Señor Chaitanya está destinado a entregar prema-nama-sankirtana al mundo. Esta es la razón por la que Prabhupada vino a Occidente: para ofrecer el máximo beneficio, amor puro por Dios, a todo el mundo. Debemos aprender a cantar de forma pura, bajo la orientación de personas que sientan amor genuino, y de esta forma podremos revivir nuestra devoción pura, especialmente por Radha y Krishna. De eso se trata el kirtana.
Fuente: http://www.sripadaindradasa.com/lifeinterview.htm
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