En el mes de abril de 2012, Clooney S.J., padre católico jesuita, y Radanatha Maharajá, swami de la Sociedad Internacional para la Conciencia de Krishna, se reunieron en el auditorio de la Columbia University para un programa titulado “Encontrando a Dios: Perspectivas cristiana e hindú sobre la profundidad en la experiencia espiritual”. El profesor Dr. Edwin Bryant fue el moderador del evento y pronunció preguntas formuladas previamente por la audiencia.
Moderador: ¿Como ve cada uno a Dios en al tradición del otro?
Padre Clooney: En la tradición católica a la que pertenezco siempre nos sentimos en la posición de aprender de aquellos que están fuera de esta tradición. En 1542, el primer jesuita, Francisco Javier, fue a India y comenzó este largo proceso de aprender con las personas con las que se le había enviado para poder predicar el Evangelio. Literalmente es aprender chino, aprender tamil, aprender las lenguas de las Américas del Norte y del Sur; tiene que haber un proceso mutuo de aprendizaje para poder comunicar algo. Y creo que, cuando fui a Katmandu en 1973 en una misión con una escuela jesuita, sabía que habría aprendizaje y, lo más importante, siempre habría preguntas. En ese contexto entré en contacto por primera vez con la tradición hindú.
De alguna forma, se puede superar cualquier frontera; se puede hacer cualquier pregunta. Te vuelves un católico mucho mejor si puedes comprender un sistema intelectual completamente diferente al tuyo. Y entonces encontré gradualmente mi propio camino leyendo el Bhagavad-gita, enseñando el Bhagavad-gita en Katmandu. Conocí las historias de Krishna, las grandes tradiciones intelectuales que giran en torno al Bhagavad-gita, la bella poesía del sur de India (la poesía tamil, de la tradición bhakti de los Alwars), y entonces me di cuenta que allí también había cien por cien amor por Narayana, o Krishna, o Lakshmi-Narayana. Comprendí que te entregas enteramente a ese amor y ves el mundo entero en torno a eso, y eso tenía que ver conmigo como teólogo católico: de alguna forma, tienes que abrir las puertas y hacer preguntas. Tienes que aprender mucho más de lo que puedes digerir de otras tradiciones, y entonces, apasionarte por ellas. Entonces, conforme yo iba apasionándome y permanecía apasionado por mi propia tradición, aprendí sobre la otra e hice de esto una parte de mi. Fue así que ocurrió una química dificilísima e imprevisible que lo unió y dio un sentido para mi, y particularmente fue a través de la tradición vaishnava.
Radhanatha Swami: Cuando tenía 19 años, durante mis viajes experimenté la transformación espiritual hasta aquella edad, en una bella catedral de la Iglesia Católica de Florencia, Italia. Mientras me encontraba orando y meditando delante del Señor Jesús, frente al altar, tuve una experiencia que cambió mi vida. En aquel momento decidí que dedicaría mi vida exclusivamente a la búsqueda espiritual. Recibí una gracia en aquella bella catedral, una gracia que, de cierta forma, me nutre y vigoriza hasta el día de hoy.
Cuando vivía en Vrindavana, a la orilla del río Yamuna (casi había comenzado la tarde y yo estaba cantando los nombres de Radha y Krishna), un baba, o santo muy tradicional y erudito, se sentó cerca de mi. Durante una hora discutimos sobre los pasatiempos íntimos de Radha y Krishna, y fue algo muy esclarecedor, pues él tenía un amor muy profundo. Entonces, antes de partir, él me entregó un pedazo de papel doblado y me dijo: “Esto me ayudó mucho a profundizar mi amor por Radha y Krishna. Por favor, guárdalo y léelo”, y se fue. Lo desdoblé y allí había escrita una oración de San Francisco de Asís. Leí la oración y recuerdo haber llorado.
Las personas que experimentan con profundidad su propia tradición, no sólo toleran las creencias religiosas de los demás, si no que realmente aprecian el hecho de sumergirse más profundamente para poder ampliar su propia experiencia espiritual a través de las experiencias de otras religiones.
Moderador: ¿Por qué los misioneros quieren convertir a las personas de tradiciones diferentes a su propia tradición?
Radhanatha Swami: Esa es la misma pregunta que formuló mi guru, Srila Prabhupada, aquí en Nueva York. Creo que fue en el año 1966. Alguien preguntó: “¿Por qué vino a los Estados Unidos? Tenemos nuestra propia religión”. Él respondió: “No vine a convertir a nadie, si no a esclarecer, a ayudaros a recordar lo que tenemos en nuestro interior, el gran tesoro del amor a Dios. Mi misión no es transformar a las personas para que amen a Krishna de acuerdo a mi tradición, pero si puedo ayudar a un judío, un musulmán, un jaimista, o un sick a que realmente sea un amante de Dios dentro de su propia tradición, aceptaré que hice mi servicio”.
Así pues, es natural que queramos expandir nuestra propia familia, pero al mismo tiempo, es crucial que esto se haga con dignidad y respeto. Un principio vaishnavaes amanina manadena, o sea, no esperar honor para uno mismo, si no estar siempre ávido para ofrecer todo el respeto a los demás. Creo que cuando se encuentra ese equilibrio, nuestras actividades misioneras pueden tener un impacto muy poderoso y acceder a una forma muy poderosa de la gracia de Dios para nosotros y para el mundo.
Padre Clooney: Esta es una pregunta difícil, ya que el deseo de convertir a otro perturba las relaciones entre los religiosos, especialmente en lo que se refiere a los misioneros cristianos que van por el mundo. Y admitamos que esto está vinculado a cuestiones políticas, colonialismo, imperialismo. Hemos de admitir que no se puede afirmar que esto es algo puro y únicamente espiritual: en el cristianismo está unido a muchísimos otros factores.
Hoy en día, algunos misioneros son claramente invasivos y ofensivos con las culturas a las que van, y otros están queriendo compartir algo que es muy bonito para ellos. Con tal de que eso no esté conectado, como dice el Swami, con una compulsión o necesidad de que te unas a mi comunidad, poder compartir con otros aquello que estimas profundamente puede ser realmente un hecho bonito, incluso si se hace dentro de una categoría o modelo de misión.
Moderador: Ustedes representan tradiciones religiosas. Hoy en día, muchas personas la religión como una hipocresía y se consideran adeptas a la espiritualidad, y no a una religión. ¿Podrían hablar sobre esa tensión entre religión o espiritualidad? ¿O creen que no hay tensión?
Radhanatha Swami: Veo muchas tensiones (risas). En sánscrito hay una expresión, saragrahi, que significa que una persona verdaderamente religiosa es aquella que busca la esencia de todos los rituales y leyes institucionales que difieren de acuerdo al tiempo, lugar y pueblos religiosos. Todos se destinan a conectarnos con la divinidad, la gracia que está dentro de nuestros corazones, y nos ayudan a ser instrumentos de esa gracia. Yoga significa “reunir”, y la religión viene de la palabra griega religio, que significa “religar”. Es conectarnos con nuestra propia esencia y a Ishvara, el Señor que está en nuestro interior y, en última instancia, en todas partes. Por lo tanto, algunas veces la religión se define en base a las prácticas ritualísticas institucionales que tienden a separarnos, y la espiritualidad es una experiencia más interna. Sin embargo, verdadera religión y verdadera espiritualidad significan practicar nuestro ritual y nuestra meditación al mismo tiempo en que buscamos la esencia, y si hacemos esto, podemos experimentar la verdad armoniosa, que es lo que nos une realmente a todos nosotros de la misma forma en que un hilo une las flores en una guirnalda.
Padre Clooney: Nosotros vivimos en una era en la que pertenecer a algo es sumamente difícil. Somos hijos de los años 60, y a partir de los años 60 hubo ese enorme sentimiento de que las instituciones nos fallaron; no apenas las iglesias y los templos, si no el congreso y el gobierno, y los periódicos están exponiendo todos los escándalos ocultos, toda la corrupción. Cada semana puedes descubrir algún escándalo de la Iglesia Católica en algún lugar del mundo, algún escándalo terriblemente trágico e imperdonable, y las personas que están en la cima son las responsables. Entre los jóvenes hay la tendencia de preguntarse por qué deberían interesarse en todo esto, o de abandonar todo y marcharse para ser autónomo. Y esas instituciones tienen que ser presionadas y tienen que ser responsables. Las personas en las instituciones deben cuestionar seriamente a la institución que aman.
¿Por qué interesarse? Como dijo el Swamiji, podemos romantizar nuestra propia jornada espiritual y romantizar el hecho de que lo haré mejor solo. Sin embargo, en la tradición católica, el pecado original no está sólo en el exterior, si no en mi interior, y yo lo arruniaré todo, me desviaré y seré la misma persona arrogante y ciega como los líderes de la tradición. Y el otro lado de la tradición de la iglesia o de un templo es la institución que nos fuerza a ser honestos, que nos fuerza a superarnos. Esa proximidad hombro a hombro que encontramos cada fin de semana en la iglesia o en el templo, es lo que puede salvarme de alguna forma. Si estoy sólo, seré peor que todos ellos. De alguna forma, cuando me encuentro en algún diálogo o discusión con personas de mi alrededor que también son católicos imperfectos, acabamos siendo mejores de lo que seríamos si cada uno de nosotros se volviera su propio Papa. Por lo tanto, se trata de algo complicado, y creo que es totalmente necesario algún cuestionamiento profético de la institución. Pero el otro extremo de “me irá mejor sin la institución” raramente se cumple, y la mayoría de las veces acaba como una idea.
Moderador: ¿Cómo podemos continuar inspirándonos y por qué eso es tan importante?
Padre Clooney: En mi tradición, la tradición jesuita, nuestro fundador habló algo acerca de cómo encontrar tu propia vocación en la vida. Hay tres maneras diferentes. Algunas pocas personas son como San Pablo. En los Actos de los Apóstoles, Pablo se dirige a Damasco para perseguir a los cristianos. Él es derrotado y queda solo. Con algunas personas ocurre eso, su vida cambia en un instante. Algunas personas, dice Ignacio, básicamente tienen que tomar un lápiz y un papel (o su Ipad o algo así) y escribir los pros y contras. ¿Cuáles son los pros y contras de volverme un monje o unirme a una orden religiosa, o involucrarme en el trabajo social, o ser un profesor? Todo en la vida tiene pros y contras. Y Dios, que de alguna forma está junto a nosotros, no está dando ningún consejo, no hay ninguna luz, ninguna voz. Descúbrelo por ti mismo, y cuando mires hacia atrás cincuenta años atrás, dirás: “Podría haber hecho otra cosa. No era necesario ser un profesor, un asistente social, pero creo que hice lo mejor que podría haber hecho según mi papel de pros y contras”. La tercera categoría, y esta se refiere al guru o preceptor, dice Ignacio, está entre la luz cegadora en el camino de Pablo y el pensamiento racional y solitario en el que das lo mejor de ti mismo: esa tercera categoría se basa en el hecho de que Dios está comunicándonos constantemente sentimientos difíciles de ordenar en nuestra vida: luz y oscuridad, consuelo, desolación, momentos de inspiración, momentos de desesperación, miedos y deseos. Y tú tienes a alguien con quien conversar sobre esto, expresarlo y recibir un feedback. Y esto no ocurre así porque esta persona casi siempre esté en una posición superior de sabiduría por la cual te dirá lo que tienes que hacer con tu vida, si no porque somos seres humanos y aprendemos conversando. Aprendemos escuchando al otro. Y si derramas lo que hay en el interior de tu alma con todas tus ambigüedades, la otra persona podrá ofrecerte un feedback y decirte: “¿Puedes ver estas tendencias? ¿Puedes ver las direcciones?”. Y frecuentemente, el director espiritual es aquel que no te dice lo que hacer con tu vida, si no que, en lugar de ello, te dice: “Considerando lo que está ocurriendo en tu vida, parece que Dios te está llevando por este o aquel otro camino”.
Radhanatha Swami: Hoy en día, el mundo está pasando por un momento realmente crucial: bombas nucleares, mucho odio y conflicto dentro de las religiones, razas y naciones. Se está explotando a la naturaleza de muchas formas que arriesgan inmensamente la vida que conocemos. Hay una necesidad de cambio verdadero. A no ser que cambiemos nosotros mismos, no podemos ser parte de una solución real. Si queremos purificar el ecosistema del mundo, tenemos que concentrarnos verdaderamente en el ecosistema de nuestra propia mente, limpiar la ganancia. La verdadera espiritualidad, religión, dharma, es la transformación. Transformar la arrogancia en humildad, la ganancia en generosidad, el odio en amor, la venganza en perdón, la perturbación en paz, la oscuridad en luz. Dentro del mundo, cualquier conocimiento que tengamos, cualquier dinero que tengamos y cualquier habilidad que tengamos, tiene el potencial de ser muy benéfico o muy destructivo, dependiendo de nuestras motivaciones, sabiduría y carácter. Así pues, como nuestro amado Padre Clooney describió, es necesario un equilibrio serio. Estamos en un salón magnífico, pero lo que lo sostiene son sus bases. A medida que intentemos construir nuestras vidas a través de nuestra educación, ocupación y relaciones diferentes, también tenemos que concentrarnos mucho en tener unas bases fuertes en nuestras vidas, en las que podamos mantener un carácter, una integridad y una sabiduría espiritual, e incluso amor cuando haya tentaciones que nos digan que obtendremos mucho más si somos transigentes con nuestros valores o ideas. Por eso necesitamos bases espirituales fuertes. Espiritualidad o religión no se refiere necesariamente a volverse un swami o un padre, si no que se refiere a equilibrar nuestras vidas conforme a estas bases, siendo un instrumento de la compasión. Aunque seamos ingenieros, médicos, profesores, madres, swamis o padres, se cumplimos nuestros deberes en espíritu de devoción, con sabiduría, entonces podremos lograr un cambio real en el mundo y una limpieza del ecosistema de nuestro corazón. En mi tradición, la recomendación más fuerte es cantar los nombres de Dios. Mantra significa “liberar la mente” de las contaminaciones ecológicas de la ganancia, la envidia y la ira. Y la vibración sonora del maha-mantra logra este propósito. Y en las tradiciones cristiana, judaica, etc., hay sonidos trascendentales, oraciones y otros medios a través de los cuales nos esforzamos para limpiar el corazón, para entrar en contacto con el poder espiritual, con esa gracia que nos da las bases que permiten, independientemente de lo que hagamos en al vida, construir algo maravilloso y hacer cambios verdaderos en el mundo en el que vivimos. Todos tenemos esa oportunidad y esto es muy animador. Si vemos la vida desde esta perspectiva, es una verdadera aventura. Hay infinitas posibilidades de hacer algo maravilloso en este mundo, porque la gracia de Dios es infinita.
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