Purushatraya Swami

«El Srimad-Bhagavatam es néctar puro. A través de sus páginas podemos disfrutar de pasatiempos trascendentales y, sin duda, definir y realizar los tres estados de la autorrealización».

“Aquí en India, para ser reconocido como un pandita (erudito en el conocimiento védico), es condición sine qua non conocer el Srimad-Bhagavatam”, me dijo una vez un amigo mío hindú, súper erudito en las escrituras, Ph. D. en sánscrito y un devoto dedicado de Krishna. Por sí mismo, este dato ya demuestra la excelencia de este libro trascendental.

Foto: Narada instruye a Vyasadeva.

El Srimad-Bhagavatam, también conocido como Bhagavata Purana, es una escritura sagrada con características muy especiales. Es la joya rara de la vasta literatura védica. Al comienzo de esta era, con el fin de preservar el conocimiento védico para la humanidad, una personalidad mística iluminada, el sabio Vyasadeva, compiló y editó, en diversas clases de escrituras, todo el conocimiento acerca de la Trascendencia revelado a través de canales competentes: los grandesrishis o personalidades santas iluminadas. De esta forma, los Vedas y una gama de escrituras secundarias se manifestaron en el lenguaje escrito para el bien de la humanidad en la posteridad. Como legado personal, Vyasadeva nos dejó el magnífico épico Mahabharata, que narra episodios del período védico, y el profundo Vedanta-sutra, el libro base del sistema Vedanta de la filosofía. Al final, inspirado por su guru Narada Muni, Vyasa culminó ese trabajo hercúleo con una composición propia más, un libro en el que expresa sus más íntimas realizaciones espirituales obtenidas en samadhi. De esa manera nació el Srimad-Bhagavatam, o el Maha Purana, el último libro del a vasta literatura védica editado por Vyasadeva. Esta magistral y sublime escritura sagrada ofrece a la sociedad humana la cumbre y la quinta esencia en espiritualidad y filosofía perenne.

El Srimad-Bhagavatam ocupa un lugar de destaque en el escenario de la literatura védica. Incluso el mismo gran acharya Shankara, firme oponente al teísmo y defensor de la filosofía Advaita Vedanta, recorrió a su texto para glorificar al Señor Krishna.

Este hecho es llamativo, pues en esa línea filosófica no se otorga el debido valor a la literatura smriti, en la cual se encuadra el Srimad-Bhagavatam. Los Puranas son, inclusive, vistos con desdén, bajo la explicación de que apenas se trata de historias, literatura ésta considerada apropiada apenas para las personas menos inteligentes y sin cultura. Los dotados de inteligencia superior y sentido filosófico, dicen ellos, no deben perder tiempo en escuchar lilas, cantar y danzar en kirtana, alimentar devoción a alguna divinidad y otras expresiones de sentimientos devocionales. Bhakti sería, según su opinión, un estado inferior a jñana, conocimiento filosófico especulativo. El único camino para que el alma condicionada se libre del samsara y fundirse en el Brahman es la meditación aham brahmasmi, renuncia completa (neti neti) y mumukshu (deseo intenso por moksha, liberación).

Para los Shankaristas, apenas se debe tomar la literatura sruti como referencia para comprender la realidad. Incluso así, toda la sección karma-kanda (ritualista) de los Vedas se debe descartar, y sólo se debe considerar la sección jñana-kanda(los Upanishads). Según esta tradición, los pramanas se resumen en el prasthana-traya, las tres principales referencias de los shastras, que se presentan en el siguiente orden de importancia: 2. Los diez Upanishads comentados por Shankaracharya, a saber, por orden de importancia: Brhad-aranyaka, Chandogya,Taittiriya, Atareya, Mandukya, Mundaka, Prashna, Kena, Katha y Isha Upanishads; 2. Los Vedantasutras (o Brahma-sutras) de Badarayana (otro nombre de Vyasadeva); y, en tercer lugar, el famoso Bhagavad-gita, que contiene las instrucciones de Sri Krishna a Arjuna. El Srimad-Bhagavatam está, por lo tanto, fuera de esta lista. Es interesante reparar en que el Bhagavad-gita, incluso siendo un smriti, ya que se trata de un capítulo del épico Mahabharata y pertenece a la clase de literatura llamada itihasa, ganó un lugar en el prasthana-traya, ciertamente debido a su innegable fama. Tal vez sería un desprestigio desmerecerloLa metodología empleada para la interpretación Advaita Vedanta prescribe una jerarquía entre los tres prasthanas. Las instrucciones e informaciones contenidas en los Upanishads se consideran en este sistema como la palabra final. En el caso de que una de las asertivas de los Upanishads sea contradicha por los otros dos prasthanas, a saberVedanta-sutras y Bhagavad-gita, lo que prevalece es el concepto emitido en el primer prasthana. Incluso dentro de la lista de los diez Upanishads comentados por Shankara, existe una gradación importante. Dentro de este sistema, las instrucciones de Krishna en el Bhagavad-gita, instrucciones sagradas para los devotos, se relativizan, lo que genera disgusto entre los devotos vaishnavas. De esta manera, todo el concepto de bhakti explicado por Sri Krishna de forma explícita e irrefutable se distorsiona y adultera, colocándolo al servicio de la filosofía mayavadi. En esa filosofía impersonalista, Krishna, como Purushottama, es ofuscado por la idea de un Brahman abstracto que sería nirguna, nirvishesha,nirakara, en suma, sin atributos.


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Por otro lado, el Srimad-Bhagavatam es Krishna de principio a fin. Es un libro totalmente trascendental, pues conforme se enuncia en su introducción, rechaza el dharma secular y se concentra exclusivamente en el summum bonum, el bien último, la autorrealización espiritual. Es bhakti de principio a fin. Sus lilas eternas y Sus enseñanzas atemporales, recibidos directamente de la boca de Krishna (Uddhava-gita en el décimo primer canto) o a través de personalidades divinas o almas autorrealizadas, como Kapiladeva, Shukadeva, Prahlada y otros tantos, constituyen el núcleo de esa grandiosa escritura sagrada. Por lo tanto es una literatura eminentemente teísta. Para aquellos que quieren apreciar las cualidades divinas de Dios es, sin duda, la mejor referencia.

A pesar del desdén que los mayavadis  dispensan a los puranas en general, elSrimad-Bhagavatam fue el objeto de apreciación de Shankaracharya en su composición Govindastakam. Él glorificó tanto a Sri Krishna cuanto el libro que describe Sus lilas eternas. En uno de sus ocho famosos versos de diecinueve sílabas, él expresa: “Por favor, póstrate delante de Govinda. Él es la reserva de todas las cualidades adorables. Todas las personas santas adoran sus misericordiosos pies de loto dentro de sus corazones. Él es mi Señor adorable. Todos los semidioses, así como Srimati Vrindadevi, Lo adoran en la tierra de Vrindavana. Su sonrisa pura y bella emana bienaventuranza, como la flor kundamana néctar. Él infunde éxtasis trascendental a Sus amigos vaqueros”.

 Foto: La devoción de Shankara por Govinda.

Otra incursión de Shankaracharya en el terreno del teísmo fue su inusitado y famosísimo verso Bhaja Govindam. Se cuenta que él estaba caminando por las callejuelas de Varanasi con sus discípulos, y al ver a un profesor enseñando reglas gramaticales de sánscrito a sus alumnos con una didáctica muy mecánica y repetitiva, se inspiró a componer varios versos cuyo estribillo se volvió muy famoso. Shankara llama mudhas, necios, a  aquellos que en vez de adorar a Govinda, se encantan y distraen con la erudición árida. Él dice jocosamente: “¿De qué sirve saber todas las reglas gramaticales para conjugar la raíz verbal [du]kr[n], karane, de la octava conjugación? Eso no te va a proteger en la hora de la muerte. ¡Adora a Govinda! ¡Adora a Govinda! ¡Adora a Govinda!”.

Durante trescientos años aproximadamente, Shankara reinó de manera absoluta en el escenario del sistema Vedanta con su Shariraka-bhashya, el comentario de losVedanta-sutras, que propone el monismo Advaita. La reacción vaishnava vino de Ramanuja en su Sri-bhashya, estableciendo la visión teísta de la línea filosófica Vishishta-advaita Vedanta. Cien años más tarde, otro gran filósofo vaishnava, Madhva, presentó otra versión, esta vez una visión dualista, la filosofía Dvaita. Ocurrieron grandes debates filosóficos en aquella época. Tanto Ramanuja cuanto Madhva tuvieron que “luchar con las mismas armas” usadas por Shankara y sus sucesores para imponer el punto de vista vaishnava en el contexto del sistema Vedanta. Hasta entonces, la metodología que se empleaba, basada en los shastras, para establecer los conceptos de los tres elementos básicos del sistema Vedanta, a saber la entidad viva, este mundo material y la Trascendencia. Y las relaciones entre esos principios, se basaba exclusiva y obligatoriamente en las esotéricas asertivas de los Upanishads y en los enigmáticos y sucintos aforismos de los sutras. Los eruditos se perdían en los laberintos de las conclusiones shastricas, mientras que el acceso a esas verdades era inaccesible a las personas comunes.

Foto: Caitanya Mahaprabhu predicando.

Más tarde, Sri Caitanya Mahaprabhu inauguró una nueva era vaishnava y rompió esa metodología fundamentada en la tradición del prasthana-traya. Él sugería enfáticamente a todos: “No pierdan tiempo con el tecnicismo árido de losUpanishads y el Vedanta-sutra. Vayan directos al néctar, el Srimad-Bhagavatam”. Esta apertura democratizó el conocimiento de las escrituras y trajo un gran alivio y ánimo nuevo a todos los vaishnavas. Sri Caitanya afirmaba: “¿Para qué perder tiempo en comentar el Vedanta-sutra? El propio autor, Vyasadeva, ya reveló todo su contenido esotérico en el Srimad-Bhagavatam”.

Foto: Los Seis Goswamis de Vrindavana, entre los cuales Jiva Gosvami se hizo famoso como el más sistemático y filosófico.

Jiva Gosvami, el filósofo por excelencia de la línea de Caitanya, en su Tattva Sandarbha declaró que no iría a detenerse en refutar la versión Advaita en su libro, ya que dos grandes filósofos-acharyas del vaishnavismo, Ramanuja y Madhva, ya lo habían hecho anteriormente, presentando brillantes argumentos, y volver sobre el mismo asunto sería repetirse. En su lugar, Jiva Gosvami trató de establecer elaboradamente, en base a muchas citas de los shastras, la posición única y excelsa del Srimad-Bhagavatam. Definitivamente, el Srimad-Bhagavatam supera todas las otras escrituras, pues corrobora todo lo que fue dicho en las demás escrituras y revela una dimensión espiritual raramente conocida. El propio libro declara: sarva-vedanta-saram hi sri-bhagavatam isyate­, “El Srimad-Bhagavatam se declara como la esencia de toda la filosofía Vedanta” (SB 12.13.15).

El Srimad-Bhagavatam es néctar puro. Es lila y tattva combinados. A través de sus páginas podemos disfrutar de pasatiempos trascendentales y, sin duda, definir y realizar los tres estados de la autorrealización, a saber: sambandha-jñana, el conocimiento de nuestra relación eterna con Krishna; abhidheya, el proceso para establecer esta relación, el servicio devocional; y prayojana, la meta última de la vida, prema-bhakti, el amor puro por Krishna.

Aquí se sintetizan las glorias del Srimad-Bhagavatam:

srimad-bhagavatam puranam amalam yad vaisnavanam priyah
yasmin paramahamsyam ekam amalam jnanam param giyate
tatra jnana-viraga-bhakti-sahitam naiskarmyam aviskrtam
tac chrnvan su-pathan vicarana-paro bhaktya vimucyen narah 

“El Srimad-Bhagavatam es el purana inmaculado. Es el más querido para los vaishnavas porque describe el puro y supremo conocimiento de los paramahamsas. Este Bhagavatam revela los medios para librarnos del trabajo material, junto con los procesos del conocimiento trascendental, renuncia y devoción. Cualquiera que trate sinceramente de entender el Srimad-Bhagavatam, que escucha y canta apropiadamente con devoción, se vuelve completamente liberado” (SB 12.13.18).

El mayor tesoro del Srimad-Bhagavatam consiste en que se revelan los aspectos más confidenciales de Sri Krishna, la Suprema Personalidad de Dios, y Sus asociados eternos en el mundo espiritual. Tiene el poder de establecer la conciencia de Krishna en el corazón del devoto, incluso en medio de tantas influencias mundanas de esta civilización mal dirigida. El texto declara que, aunque Krishna no esté más presente en este mundo, Él, que estableció el dharmay el conocimiento trascendental en el seno de la sociedad humana, está presente ahora, en plena Kali-yuga, en la forma del Srimad-Bhagavatam, el purana brillante como el Sol, y tiene el poder de eliminar toda la ignorancia y la ansiedad material.

krsne sva-dhamopagate dharma-jnanadibhih saha
kalau nasta-drsam esa puranarko ’dhunoditah
(SB 1.3.43)

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