Sachinandana Swami

 

No podemos conquistar la oscuridad que nos rodea mediante nuestra propia fuerza, sino mediante la fuerza de Krishna, que es más poderosa que un millón de soles.

La noche cae rápidamente en este atardecer de invierno y nieva otra vez. Estoy sentado en nuestro pequeño ashram Gaura Bhavan, en la orilla del lago Wannensee, pensando en cada una de las personas que he conocido en este último año. Quiero enviarles un mensaje de esperanza —de esperanza realista―.

Durante mi peregrinaje en Vrindavan, India, fui consciente de una dulce realización una y otra vez. Y es que Krishna es ilimitadamente misericordioso. Simplemente necesitamos estar deseosos de aceptar Su misericordia y acudir a Él.

El problema, sin embargo, es que a menudo no nos resulta fácil reconocer Su misericordia, y esto es especialmente cierto cuando estamos sobrecargados por los desafíos de la vida o viejas dudas. En este viaje a India aprendí algo acerca de la duda: mientras estaba sentado bajo un árbol en el Govinda-Kunda, conocí a un practicante de bhakti que me expresó su desconfianza. Dijo:

—He estado practicando bhakti-yoga desde hace más de diez años, y no puedo siquiera controlar mi mente agitada y egocéntrica, qué decir de desarrollar amor por Krishna. Parece haber obstáculos en mi camino tan altos como el Himalaya, y tanto la oscuridad de la conciencia material como la atmósfera general de Kali-yuga son sobrecogedoras. Algunos días me siento desesperanzado.

Afortunadamente, yo estaba bien preparado para responder su duda, pues esa misma mañana había encontrado un mensaje de esperanza en el capítulo decimoctavo (verso 56) del Bhagavad-gita. En este verso, Krishna dice: «Bajo Mi protección y por Mi gracia, mis devotos llegan a la morada eterna e imperecedera».

Srila Prabhupada escribe en el significado de este verso: «El Señor es sumamente bueno con un devoto que se dedica al proceso de conciencia de Krishna. Pese a todas las dificultades, eventualmente es colocado en la morada trascendental, o Krishnaloka».

Dos versos más adelante, Krishna declara enfáticamente: «Si te vuelves consciente de Mí, por Mi gracia pasarás por sobre todos los obstáculos de la vida condicionada».

Por favor, traten de entenderlo: no podemos conquistar la oscuridad que nos rodea mediante nuestra propia fuerza, sino mediante la fuerza de Krishna, que es más poderosa que un millón de soles.

Llegando a un punto decisivo

Srila Krishnadasa Kaviraja Gosvami expresa el mismo punto en este verso del Chaitanya-charitamrita (Madhya-lila 22.33): «Una persona queda libre de las garras de maya tan pronto como dice sincera y seriamente: “Mi querido Señor Krishna, aunque Te haya olvidado durante tantísimos años en el mundo material, hoy me entrego a Ti. Soy Tu sirviente serio y sincero. Por favor, ocúpame en tu servicio”».

Así que parece que el único requisito para que Krishna nos acepte y proteja es llegar a un punto decisivo y entregarse sinceramente a Él, renunciando a cualquier otro refugio.

Alguien que ha encontrado refugio en Krishna no es perturbado por las circunstancias adversas. La palabra sánscrita ashraya, o refugio, viene de la palabra sri, que significa «deslumbrante y brillante». El devoto que se entrega a las instrucciones de Krishna es liberado de la nube de la ansiedad que envuelve a un alma no rendida y empieza a brillar con la felicidad de la conciencia de Krishna. Krishna personalmente fortalece y empodera a estos devotos con Su propia energía espiritual —más brillante que el sol. Srila Prabhupada escribe: «lLos necios no pueden entender esta gran liberación de la ansiedad».

Otra característica en la vida de un devoto que se ha entregado a las manos de Krishna es que no se agota fácilmente. Cuando visité a Srila Prabhupada en 1974, en su habitación en Alemania, me dio varias instrucciones personales, una de las cuales era proveer agua. Solía preguntarme a mí mismo a qué se refería exactamente, hasta que un día llegué a un viejo pozo en Serbia y observé que servía a mucha gente. Recordé la instrucción de mi maestro espiritual y entonces escribí este pequeño poema:

Inagotable

Un viejo pozo daba agua a todos,
a los jóvenes, los viejos, los alegres y los tristes.
Todos los días, sin dudas ni dilación.

Cuando llegué a él sediento por primera vez, me sorprendí:
¿No le agotaba dar agua una y otra vez?
Así que decidí preguntarle.

«No hay problema», me dijo.
«Yo soy solamente el pozo,
no el manantial que me suministra
siempre y cuando estemos conectados».

Vivamos la vida como el pozo,
conectados a una fuente superior.
Te sentirás feliz
al transmitir lo que te da tu fuente.
Nunca te cansarás.

¿Por qué escribo esto? Simplemente para animarles. Hay buenas razones para tener esperanza. Krishna es muy bueno y comprensivo con Sus devotos. Él espera pacientemente a que acudamos a Él y entonces responde inmediatamente. A menudo es Él quien da el primer paso hacia nosotros. Como solía decir Srila Prabhupada: «Él es tan, tan bueno».

Sólo debemos aceptar que la bondad de Krishna sigue su propio rumbo y no siempre cumple nuestras expectativas. Esto significa que Él nos da exactamente lo que necesitamos en cada momento.

Así que mi pregunta estos días es, ¿cómo puedo vivir en relación con Él? Mientras reflexiono sobre esta pregunta contemplo la noche invernal. Las estrellas parpadean en la distancia. ¿Está el Señor tan lejos como esas estrellas o está más cerca? ¿Cómo puedo conectar con Él?

Durante el último año, he aprendido ciertas cosas que me han ayudado a establecer esa conexión. Me gustaría compartirlas con ustedes:

  1. Sean conscientes de que Krishna es la meta de sus vidas.
  2. Ofrezcan tantos actos como puedan en su servicio. Activen su relación con el Señor y pidan orientación sobre cómo estimularla a aquellos que tienen una relación activa con Él, como Srila Prabhupada y otros maestros espirituales.
  3. Entrenen su mente a conectar con Krishna a través de pensamientos devocionales. Convenzan a su inteligencia sobre la verdad de la conciencia de Krishna.
  4. Busquen refugiarse plena e incondicionalmente en los procesos del bhakti —escuchar, cantar y leer las Escrituras bajo la guía de grandes devotos.
  5. Y, sobre todo, oren, oren, oren. Involucren a su corazón espiritual en la oración. Oren como el pájaro que espera fervientemente en el nido a que su madre le traiga comida. Oren como el ternero sediento que tira de la cuerda que le prende a una estaca y escapa en dirección a las ubres de su madre. Oren como la desconsolada esposa que anhela a su marido cuando está fuera de casa.

Pronto descubrirán que Krishna está tan sólo a una oración de distancia. Él no es como las estrellas del cielo invernal, que están lejos, frías e inalcanzables. Cuando Le alcancen mediante la devoción, Krishna les responderá en formas que ustedes jamás habrían imaginado. ¡Si, el Señor está tan sólo a una oración de ustedes!

 

Fuente: www.saranagati.net

 

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