A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada
El Señor Supremo, Sri Krishna, advino hace quinientos años como el Señor Chaitanya Mahaprabhu y propagó el mismo mensaje que Él había manifestado cincuenta siglos antes.
Conferencia dada en Mayapur el 27 de marzo de 1975.
«Lo que los Upanisads describen como Brahman impersonal no es otra cosa que el brillo de Su cuerpo, y el Señor conocido como Superalma no es otra cosa que Su porción plenaria localizada. Él es la Suprema Personalidad de Dios, Krishna mismo, detentador de las seis opulencias. Él es la Verdad Absoluta, y ninguna otra verdad es superior o igual a Él» (Chaitanya-charitamrta, Adi-lila 1.3).
Krishnadasa Kaviraja Gosvami, autor del Chaitanya-charitamrta, declara con gran énfasis, que no existe verdad superior a Krishna Chaitanya. Perseguimos la verdad. El autor del Chaitanya-charitamrta asegura: «He aquí la Verdad Suprema: Sri Chaitanya Mahaprabhu».
Krishna ha advenido como Krishna Chaitanya. Ayer expusimos esta verdad en acuerdo a la declaración de Sarvabhauma Battacharya:
«Permítaseme refugiarme en la Suprema Personalidad de Dios, Sri Krishna, que ha descendido en la forma del Señor Chaitanya Mahaprabhu para enseñarnos el conocimiento verdadero, el servicio devocional a Él, y el desapego de todo lo que no nutre la conciencia de Krishna. Él ha descendido porque es un océano de misericordia trascendental. Me entrego a Sus pies de loto».
La purusah puranah, la persona más antigua, es Krishna. Govindam adi-purusam tam aham bhajami: «Adoro a Govinda (Krishna), el Señor primigenio». A Krishna se le describe en muchos textos védicos como puranah purusah, la persona más antigua. Puranah purusah navayauvanam ca: «Aunque es el más antiguo de todos, aun así, siempre es un joven lozano».
¿Cómo es posible? La gente trata de entender a Dios. A veces pintan un cuadro donde Dios parece un anciano muy viejo. «¿Cómo es la persona original?, a estas alturas ya debe ser muy viejo». Eso no es otra cosa que imaginación. Ese anciano no se corresponde con la forma del Señor. El Brahma-samhita y otros textos védicos, describen la forma del Señor. El mismo Sankaracharya, impersonalista, aceptó que el Señor Krishna es el Narayan supremo, la Personalidad de Dios. Sankaracharya, en su comentario al Bhagavat-gita, afirma, narayanah parah avyakta: «Narayan se encuentra más allá de la creación material». Y, mientras describe a Narayana, afirma, sa bhagavan svayam krsnah: «Narayana es Krishna». Para confirmarlo, claramente menciona: «Ahora ha advenido como el hijo de Devaki y Vasudeva», pues la identidad de una persona queda confirmada dando el nombre de los padres.
Todos los acharyas, los grandes maestros espirituales de la tradición védica están de acuerdo en aceptar a Krishna como para-tattva, la Verdad Suprema. No hablamos de los tontos y sinvergüenzas que teorizan sin conocimiento alguno. Sólo nos preocupan las autoridades en la materia. En la India la gente sigue el sistema védico bajo la autoridad de los acharyas. Acaryavan puruso veda: «Aquel que sigue la senda de los acharyas posee el conocimiento verdadero». Nosotros no podemos aceptar a cualquiera como autoridad si no sigue el parampara, la sucesión maestro discípulo de los acharyas. Este es el sistema védico.
Krishnadas Kaviraja Gosvami afirma con gran énfasis, na caitanyat krsnaj jagati para-tattvam param iha: «No hay verdad superior que Krishna y Chaitanya». Según el sistema védico si se dice algo con gran énfasis debe probarse haciendo uso de la evidencia védica. De otro modo, alguien podría hablar y hablar, sin que nadie le escuchara. A veces la gente nos pregunta sobre Krishna y Chaitanya Mahaprabhu: «¿Cuáles son las pruebas védicas?» Las pruebas védicas aparecen en los capítulos finales del Chaitanya–charitamrta. Kaviraja Gosvami no hace afirmaciones falsas. Es un devoto y un estudioso muy avanzado, no se trata de un ser humano corriente. Recibió un poder especial de Madana-mohana, una Deidad de Krishna en Vrindavana, para escribir el Chaitanya-charitamrta.
Ninguna persona corriente debe tratar de escribir literatura védica. La literatura védica significa el sruti, el smrti, los Puranas, etc. Srila Rupa Gosvami lo confirma:
«El servicio devocional al Señor que ignora los textos autorizados védicos como los Upanisads, Puranas, y Narada-pañcharatra no es otra cosa que una molestia social innecesaria». Utpata significa «una molestia». La gente se vanagloria: «Puedo hacerlo a mi manera». Sin embargo, Srila Rupa Gosvami ha condenado esa clase de sinvergonzonería. Encontrarán muchos de esos pseudo bhaktas, devotos, que imitan el éxtasis de los devotos avanzados llorando, rodando por los suelos, etc. Sin embargo, tan pronto como cesa su exhibición, verán que empiezan a fumar. ¿Por qué? Porque no siguen la instrucción de Srila Rupa Gosvami. Cantan alzando la voz, bailan, y una vez termina su representación —lo he visto—, «¿me das un bidi (un cigarrillo)?». ¿Se dan cuenta? «Se me ha secado la garganta». Eso es utpata. Srila Rupa Gosvami califica este tipo de actitud pseudo devocional de mera molestia.
Srila Bhaktivinoda Thakura ha condenado a tales plagiarios. Hay muchas apa-sampradayas, sectas desviadas, cuyos seguidores fingen ser devotos de Chaitanya Mahaprabhu. ¿Quiénes son? Aula, baula, kartabhaja, neda, daravesa, sani, sahajiya, sakhibheki, smarta, jata-gosañi, ativadi, cudadhari, y gauranga-nagari. Bhaktivinoda afirma, «no me reúno con esa clase de personas». Después de la desaparición de Sri Chaitanya Mahaprabhu aparecieron muchas apa-sampradayas. Por consiguiente, debemos ser cuidadosos en grado medida y no dejarnos engañar.
Sampradaya se refiere a todos aquellos que siguen los principios védicos con todo esmero. Por ello, Kaviraja Gosvami, aunque sostiene la verdad, está dispuesto a ofrecer evidencias védicas. Con el verso de hoy empieza a hacerlo, citando los Upanisads. Los textos védicos constan de los cuatro Vedas, los Upanisads, los Puranas, el Ramayana, el Vedanta-sutra, y el Srimad-Bhagavatam. El Srimad-Bhagavatam es la explicación del Vedanta-sutra. Por eso, al final de cada capítulo del Srimad-Bhagavatam, Vyasadeva dice, brahma-sutrasya bhasya: «El Srimad-Bhagavatam es el comentario del Brahma-sutra». El Brahma-sutra, o el Vedanta-sutra, ofrece la esencia de la literatura védica en claves. Y el Srimad-Bhagavatam explica esas claves. El Vedanta-sutra empieza con las siguientes palabras, athato brahma-jijñasa: «Es el momento de preguntar sobre la Verdad Absoluta». Y el Srimad-Bhagavatam comienza, jivasya tattva-jijñasa: «La única ocupación de las criaturas animadas es indagar sobre la Verdad Absoluta».
Esa es su única ocupación. La gente sufre penalidades porque ha abandonado su ocupación verdadera. La vida humana es para llevar a cabo esa actividad —brahma-jijñasa—, indagar sobre la Verdad Absoluta. Nosotros, seres humanos, hemos recibido muchas aptitudes de la naturaleza. Hay muchas entidades que tienen que permanecer atrapadas por las raíces durante muchos años: árboles, plantas. Los seres acuáticos permaneces en el agua durante muchísimos años. Los insectos y las moscas permanecen muchos años en esa condición. Y, gradualmente, según la evolución del alma, alcanzamos esta forma humana.
Los arios —los seres humanos civilizados y avanzados—, en especial, poseen todas las habilidades necesarias para indagar acerca de la Verdad Absoluta. Los incivilizados, los que viven en las junglas, no pueden servirse de esos recursos. Es por ello que Narottama Dasa Thakura, en una sencilla canción bengalí, dice lo siguiente, hari hari biphale janama goñainu: «Oh, Señor Hari, Krishna, he desperdiciado mi vida». Esa es nuestra situación. Tenemos la forma humana, pero estamos desperdiciándola. Nosotros, en el movimiento para la conciencia de Krishna, viajamos por todo el mundo, y vemos como mucha gente desperdicia su valiosa forma humana por culpa de una falsa identificación: «Yo soy mi cuerpo». Empleando denominaciones cargadas de importancia: «Yo soy americano», «yo soy indio», «yo soy alemán», hecha a perder su vida por culpa de esa concepción corporal.
Según el sastra, las Escrituras, todo el que se identifica con su cuerpo es un necio. Esa es la primera instrucción del Bhagavad-gita. Krishna condujo a Arjuna para que luchara contra los Kurus, y como Arjuna se identificó con el cuerpo, pensó: «Matar a mis primos no es correcto, pues tenemos una relación corporal». Así que, para disipar ese concepto, Krishna le reprendió, asocyan anvasocas tvam prajña-vadams ca bhasase: «Mientras hablas palabras sabias te quejas por lo que no es digno de lamentación».
Hacemos grandes planes y hablamos en términos muy elevados, pero en realidad, no somos mejores que los perros y los gatos. Y es así porque nos identificamos con el cuerpo. «Mi país, mi religión, mi sociedad, mi familia». Esa es la ignorancia fundamental. Aham mameti: «Yo y mío». La gente ignora la verdad. Piensa: «Yo soy este cuerpo, y todo lo que guarda relación con él es de mi propiedad». En eso consiste la ignorancia. Y esa ignorancia está presente en todo el mundo.
Por ello, el autor del Chaitanya-charitamrta dice al comienzo:
«Ofrezco mi respetuosa reverencia a Sri Krishna Chaitanya Mahaprabhu y al Señor Nityananda que son como el sol y la luna. Han aparecido simultáneamente en el horizonte de Gauda para disipar la oscuridad de la ignorancia y, así, derramar, de forma maravillosa, bendiciones sobre todos». Sri Chaitanya Mahaprabhu y Nityananda Prabhu han venido para liberar a las almas condicionadas del mundo material que se encuentran confundidas por la oscuridad de los falsos conceptos. Alguien me dijo hace poco que el rey de Arabia Saudí había sido asesinado por su sobrino. Esas son las cosas que pasan. Aún entre los miembros de una familia. ¿Por qué? Por culpa de esta oscuridad: aham mameti, «yo y mío».
Sri Chaitanya Mahaprabhu y Sus acompañantes, Nityananda Prabhu, Gadadhara Prabhu, Srivasa y otros devotos, tratan de disipar las tinieblas de esta falsa identificación. Krishna instruyó a Arjuna sobre su ignorancia acerca de su identidad. Krishna le echó en cara: «Hablas en términos pomposos y te lamentas por algo por lo que nadie de talento se lamentaría». Luego Krishna añadió, gatasun agatasums ca nanusocanti panditah: «Eres el necio más grande. Nadie de verdadero conocimiento habla así. Esfuérzate, ahora, por comprender tu verdadera posición».
Luego dijo: «De la misma manera en que el alma encarnada pasa, en este cuerpo, de la niñez a la juventud y a la vejez, el alma también pasa a otro cuerpo cuando llega la muerte. Las personas sensatas no se confunden ante este cambio». O dicho en otros términos: «Primero has de comprender quién eres».
Ese es el comienzo del Bhagavad-gita. El Bhagavad-gita no trata de política. Se trata de conocimiento, conocimiento puro. Los políticos se aprovechan, y también los sociólogos, y los pseudo swamis y yogis, se aprovechan para sacar de allí sus frágiles teorías. Pero lo que ofrecen no tiene nada que ver con la Bhagavad-gita «tal y como es». El Bhagavad-gita «tal y como es» es conocimiento puro, empezando por el primer conocimiento que debe aprenderse: no somos el cuerpo. Pues el principio de ignorancia fundamental es: «Yo soy este cuerpo», «yo soy americano», «yo soy indio», «yo soy un brahmana», «yo soy esto», «yo soy lo otro».
Sri Chaitanya Mahaprabhu señala esa misma ignorancia de un modo distinto. Él dice: «Yo no soy un brahmana. Yo no soy un ksatriya (guerrero). Yo no soy un vaisya (mercader). Yo no soy un sudra (obrero). Yo no soy un brahmacari (estudiante célibe). Yo no soy un grhastha (cabeza de familia). Yo no soy un vanaprastha (retirado). Yo no soy un sannyasi (renunciante)». Se trata de negaciones. ¿Y cuál es el aspecto positivo? Dice, gopi-bhartuh pada-kamalayor dasa-dasanudasah: «Yo soy el sirviente del sirviente del sirviente del gopi-bhartuh, el que mantiene a las gopis, Sus amigas pastorcillas».
Y esa es también nuestra identidad, pero la hemos olvidado. Hemos olvidado nuestra relación verdadera con Krishna, e intentamos ser felices con apaños materiales. Así es la civilización moderna. Pensamos: «Si consigo una casa agradable, un buen vehículo, un negocio adecuado, una cuenta bancaria saneada, una esposa estupenda, buenos hijos…». Así es la civilización material. Y la gente no sabe que de ese modo nunca serán felices. Ustedes, europeos y americanos, a partir de ahora tienen una buena cualidad: como he dicho en numerosas ocasiones, ya no están tan interesados en esas cosas «buenas». Lo verdaderamente bueno es el conocimiento espiritual. Esa cosa buena empieza, aham brahmasmi: «Yo no soy este cuerpo». Ese es el comienzo del Bhagavad-gita. Krishna le enseña a Arjuna: «No eres este cuerpo. Eres alma espiritual. Trata de comprenderlo».
Debemos aprender de Krishna. Debemos aprender de Chaitanya Mahaprabhu, quien es el mismo Krishna. Por ello el autor del Chaitanya-charitamrta dice: «Acepten esta autoridad».
Cuando Sri Chaitanya Mahaprabhu advino, hace quinientos años, la mayoría estaba formada por necios y sinvergüenzas, como ahora. No se preocupaban de las enseñanzas del Bhagavad-gita. Por eso Él advino como un devoto de Krishna para enseñarnos a servir a Krishna, cómo amarle. Ese es el credo de Chaitanya Mahaprabhu. Cuando Krishna advino dijo, sarva-dharman parityaja mam ekam saranam vraja: «Abandónalo todo, toda tu sinvergonzonería. Tan sólo ríndete a Mi». Y Chaitanya Mahaprabhu, como devoto, afirmó lo mismo. Yare dekha, tare kaha krsna-upadesa: «A quienquiera te encuentres háblale de las instrucciones de Krishna». El Señor Chaitanya no dijo nada nuevo. Esto es una señal de autenticidad. Los que afirman: «He creado un camino» son sinvergüenzas. En sus países se dice: «Vino viejo en odre nuevo». De manera similar, Sri Chaitanya Mahaprabhu enseña lo mismo que Krishna. Krishna dice, mattah parataram nanyat kiñcid asti dhanañjaya: «No hay verdad superior a Mí». Chaitanya Mahaprabhu afirma lo mismo, yare dekha, tare kaha krsna-upadesa. Y nosotros decimos lo mismo, na caitanyat krsnaj jagati paratattvam: «No hay verdad superior a Krishna Chaitanya». ¿Por qué? Porque Él es la misma verdad que Krishna. Esto recibe el nombre de sistema parampara: estamos repitiendo lo que Krishna dijo y lo que Chaitanya Mahaprabhu dijo.
Así que no es difícil comprender la Verdad Absoluta. Krishna dice de manera directa: «Entrégate a Mí». Y Chaitanya Mahaprabhu dice: «Predica el mensaje de Krishna». No vamos a enseñar nada que no haya dicho Krishna y que no haya confirmado Chaitanyadeva. Este es nuestro principio. Este es el principio del movimiento de la conciencia de Krishna. Krishna habló de Sí mismo, Chaitanya Mahaprabhu predicó el mismo principio, y nosotros predicamos lo mismo. No predicamos ninguna otra cosa. No inventamos nada. Esa es nuestra ocupación.
Por la misericordia de Krishna, por la misericordia de Chaitanya Mahaprabhu, ustedes, jóvenes europeos, se unieron a este movimiento cuando se lo pedí. Vine a su país con estas palabras. No les mostré ninguna clase de magia, ni sé cómo hacer magias. Lo único que hago es repetir el mismo mensaje: «Aquí está Krishna, la Suprema Personalidad de Dios. Aquí está Krishna Chaitanyadeva, la forma devocional de Krishna. Acéptenlo y su vida tendrá éxito.
Muchas gracias.
Back To Godhead © 1993